La evolución desde las unidades mecánicas –para el almacenamiento- nos ha llevado a los ‘discos duros‘ de estado sólido –que ya no son discos, como tal-, pero la industria ya está planeando el próximo paso al frente. Y sí, la tendencia es reducir el espacio que ocupan las unidades de almacenamiento informático hasta llegar al nivel atómico. Al menos, eso es lo que ha conseguido IBM Research con una de sus últimas investigaciones. Para ello, explican, el elemento químico empleado es el holmio por sus buenas cualidades como metal.
El área de investigación de IBM ha conseguido alcanzar el almacenamiento digital a nivel atómico basándose en un elemento químico, el holmio. Es un metal sólido muy escaso que ya se ha empleado anteriormente en mecanismos electrónicos, y que según IBM Research fue escogido para esta investigación por la relación de los electrones y el núcleo dentro de sus átomos. Según han explicado con mayor detalle, en torno a su investigación, uno de los puntos clave de este elemento está en que esta estructura atómica permite conseguir una estabilidad atípica, por encima de lo habitual, que permite su uso para el almacenamiento de un bit.
Un único bit, pero ya es posible almacenar datos en átomos
En las nuevas unidades de almacenamiento que van surgiendo, el horizonte de su evolución es conseguir almacenar más en menor espacio, y evidentemente consiguiendo reducir los costes de fabricación del soporte propiamente dicho. En esta investigación sobre el almacenamiento de datos a nivel atómico el equipo de IBM Research ha conseguido introducir únicamente un bit en un átomo de holmio, pero indudablemente se trata de un salto importante. Y gracias a la orientación del campo magnético de un único átomo de holmio se puede interpretar un bit –dos valores posibles- que, se ha demostrado, es perfectamente legible.
No sólo se puede almacenar información –un bit por átomo- sino que de la investigación se ha extraído que es legible y se puede re escribir la información de forma relativamente sencilla. Es decir, que el experimento concluye con un átomo como sistema de almacenamiento de información perfectamente funcional. A diferencia de los soportes actuales, que emplean aproximadamente 100.000 átomos para el almacenamiento de un único bit, en este caso tenemos un bit por átomo, luego un ahorro de espacio considerable. Todavía tardaremos años en ver algo así en el mercado, pero es un importante paso al frente.