Según Media Research Associates, el 58% de los problemas técnicos en ordenadores se presentan por la suciedad en su interior. Es decir, que más de la mitad de los contratiempos técnicos están provocados por no limpiar el polvo de forma regular, en tanto que en el interior se acumulan polvo, moho y otras formas de suciedad que pueden provocar problemas sobre componentes como el ventilador o la propia circuitería interna de la placa base.
Seguramente no lo sabías, pero el polvo es conductor de la electricidad. Y si alguna vez has visto tu ordenador de sobremesa por dentro, o bien has comprado hardware de forma separada, seguro que habrás visto cómo algunos componentes están protegidos contra fuentes externas de electricidad –estática, por ejemplo-. Y por supuesto, siempre se recomienda manipular el interior con guantes para no provocar problemas de ese tipo, eléctricos. Pues bien, la acumulación de polvo puede provocar pequeños cortocircuitos, aunque hay problemas más comunes y son los relacionados con los ventiladores.
Un ventilador atascado, una CPU en peligro
No todos los ordenadores de sobremesa cuentan con una tarjeta gráfica dedicada, pero todos ellos sí cuentan con una CPU. Para los que no entiendan de esto, basta con decir que es el procesador, uno de los componentes fundamentales. Y el ruido que produce un ordenador se debe fundamentalmente al funcionamiento del ventilador –y del disco duro también puede ser, entre otros-. Lo más básico es que haya al menos dos ventiladores, y al menos uno de ellos estará siempre ‘apuntando’ al exterior del equipo, con una rejilla de ventilación en uno de los laterales. Pues bien, por esta zona entra y sale aire, pero también entra polvo.
Si entra polvo al interior de la torre, lo más habitual es que lo haga por esta rejilla y atascando el ventilador. Si tu PC suena más de lo normal, es probable que ya le haya ocurrido. Y en estos casos es posible que vaya más lento, o incluso llegue a pararse. Si ocurre cualquiera de las dos una de las consecuencias es una temperatura excesiva de según qué componentes. Y si ocurre, bien podemos acabar dañando los componentes, o es posible que se produzcan apagados aleatorios de todo el sistema como medida de seguridad de la BIOS contra temperaturas excesivas.
Para limpiar el polvo, lo mejor que puedes hacer –siempre desconectándolo antes de la corriente-, usar una botella de aire comprimido. Las puedes encontrar en tiendas de ciclismo, por ejemplo. Y como alternativa, sencillamente un aspirador o un trapo seco. Y uses lo que uses, siempre sin ejercer presión sobre ninguno de los componentes internos, y preferiblemente sin contacto, por aquello de la electricidad.