En los últimos años hemos conocido decenas de proyectos sorprendentes que siempre tienen algo en común: el MIT está involucrado. Han sido varios los relacionados con la tecnología que pueden cambiar muchas cosas como las redes inalámbricas, aunque el último está relacionado con otro campo. La pasada semana dieron a conocer una nueva tecnología que permite “leer libros sin abrirlos ni pasar las hojas”. Os contamos todos los detalles tras el salto.
El pasado viernes, un grupo de investigadores del MIT y Georgia Tech, mostraron una nueva tecnología de imagen que permite a ordenador determinar lo que está escrito en una serie de hojas apiladas sin tener que separarlas. Tal y como nos indican en la fuente del artículo, es como si Superman utilizara su visión de rayos X para leer libros siendo Superman el nuevo algoritmo del MIT y su visión de rayos X una radiación de terahertz.
La Wikipedia la describe como “las ondas electromagnéticas que se propagan en las frecuencias en el rango de terahertz”. “El término usualmente se aplica a las radiaciones electromagnéticas con frecuencias entre el borde de alta frecuencia de la banda de microondas, 300 gigahertz (3×10^11Hz) y el borde de larga longitud de onda de una luz infrarroja lejana, 3000 GHz”.
Este tipo de radiación tiene ventajas a la hora de penetrar en ciertos materiales mucho más destacadas que los rayos X o los ultrasonidos. La precisión es tan alta que los investigadores podían detectar la distancia desde la fuente de emisión a cada página individual del libro, separadas únicamente por 20 micras.
Leyendo un libro sin abrirlo
La forma en la que la radiación incide sobre la tinta y rebota hacia la cámara es analizada por el algoritmo desarrollado por el MIT. El resultado es una imagen de lo que está impreso en la página, aunque debe ser procesado de nuevo por un algoritmo de Georgia Tech para interpretar las letras en la distorsionada imagen.
Aunque todavía está en su fase inicial, esta tecnología ofrece muchísimas posibilidades. Por ejemplo, ya no sería necesario manipular libros antiguos cuyo estado desaconseja que sean abiertos. Con esta radiación de terahertz y los correspondientes algoritmos, seríamos capaces de ver su contenido sin comprometer su estado físico.
¿Qué os parece?