Así son las nuevas reglas de la Unión Europea para favorecer la neutralidad en la red
La neutralidad en la red lo que busca es conseguir que todo el tráfico sea tratado de manera igualitaria por parte de los operadores. Es decir, que no haya empresas que reciban un trato preferencial para el tráfico, como por ejemplo establecer que haya servicios que carguen a una velocidad menor que otros, o que el tráfico por usar una determinada aplicación no cuente en el cómputo global de la tarifa de datos.
La Unión Europea, a través de su organismo de competencia llamado BEREC, ha querido establecer una serie de reglas para que éstas sean seguidas por las autoridades regulatorias de cada país, y por los propios operadores. Además, se incluyen obligaciones para las autoridades regulatorias (la CNMC en el caso de España) para que se supervise el correcto cumplimiento de las normas.
La única excepción en la que el tráfico puede ser tratado de distinta manera es en el caso de que haya órdenes judiciales de por medio, en el caso de que haya congestión en la red y haya que priorizar el tráfico, o para combatir ataques cibernéticos. En el caso de aplicar alguna de estas medidas, éstas deberán ser aplicadas de manera transparente, no discriminatoria y proporcionada, y no deberán ser extendidas más tiempo del necesario para solucionar el problema.
Los operadores también podrán ofrecer ‘servicios especiales’ para determinados usuarios en el caso de que necesitan una mínima velocidad garantizada en el caso de que tengan negocios que lo necesiten, siempre y cuando sea necesario y no se vea afectada la calidad de la conexión para el resto de usuarios cercanos.
Además, se exigirá a los operadores una mayor transparencia con respecto a las velocidades que ofrecen tanto en telefonía móvil como en banda ancha. A partir de ahora, deberán incluir en los contratos y en publicidad la velocidad mínima y máxima que los consumidores podrán tener al menos una vez al día, tanto para bien como para mal. Además, deberá indicarse la velocidad media a la podrán navegar. Es decir, la que esté disponible durante el 95% del tiempo que tengan acceso a la red.
Por último, los operadores deberán especificar los detalles de productos que puedan afectar a la experiencia de navegación del usuario, como los servicios de televisión a través de Internet. Si la velocidad varía mucho de la ofertada a raíz de utilizar estos servicios, los usuarios podrán pedir compensaciones monetarias.
Las autoridades regulatorias podrán ahora obligar a los proveedores de Internet a detener o cambiar ciertas prácticas o servicios que estén afectando a la calidad de acceso de la conexión de los usuarios, así como establecer unos mínimos de calidad, y en caso de que fuera necesario, obligar al operador a mejorar la infraestructura de la zona.