Estamos constantemente conectados con nuestros dispositivos. Ya sea con nuestro móvil, nuestro ordenador, tableta, televisión… y dentro, de poco, coche. Cada vez los coches tienen más funcionalidades que los acercan más a un ordenador que a un coche, y esta tendencia no sólo se ha mantenido, sino que va a ir a más conforme pasen los años.
Según un estudio de GSMA Research, el 100% de los coches estarán conectados en 2035, y un 75% serán autónomos en 2025. Viendo este panorama, hay un punto crucial que deben explorar todos los coches, y es el de la seguridad. Y no sólo la del vehículo, sino la del propio conductor, que debe ser educado en lo importante que es la seguridad de su información, y en el caso de ser un coche autónomo, de su propia integridad. Un ataque de un hacker podría dejar el control del coche a merced de un hacker, y provocar un accidente. Cuantos más coches haya conectados, mayor va a ser el interés de los hackers en descubrir vulnerabilidades.
A nivel del coche, se puede garantizar la seguridad por dos vías. Una, a nivel de hardware, en el que los chips usen varias capas de protección. La otra, a nivel de software, con firewalls y utilizando sistemas operativos seguros y que actualicen posibles agujeros de seguridad gracias a que estén conectados a Internet. Si las actualizaciones dependen de ir al concesionario, casi ningún usuario iría. Es por ello que las actualizaciones deben ser automáticas vía OTA, como la de los smartphone. También es necesario concienciar a los conductores de los problemas de seguridad que puede tener en un coche conectado, a pesar de las múltiples ventajas.
Además, las OTA pueden tener otra serie de ventajas para el usuario. Se puede tener acceso para monitorear desde la misma pantalla para conocer el estado mecánico del vehículo. En el caso de que el vehículo utilice una versión de Android Auto, éste podría recibir actualizaciones de mapas gratuitas, o directamente actualizar la propia aplicación de Google Maps.
Raúl Sánchez, un experto en seguridad y «hacker», ha demostrado que instalando un modem 3G conectado al OBD2 del coche es realmente sencillo controlar un coche a distancia, siempre que éste tenga cobertura. Se puede frenar en seco, encender la radio, bajar las ventanillas, y prácticamente cualquier cosa electrónica relacionada con el vehículo. Podéis ver más sobre él en este vídeo de Cuatro y una charla más extensa sobre Car Hacking en la web de Global Security.
En España hemos empezado a ver este año servicios vía 4G. Aunque algunos coches lo incluyen gratuitamente durante un par de años, acabará ocurriendo como con el bluetooth en las radios. Al principio lo cobraban como un extra, pero dentro de unos años se estandarizará, y gracias a la competencia que habrá entre las distintas marcas en el mercado, acabará convirtiéndose un servicio gratuito en todos los vehículos.