
Hace años las predicciones acerca de los automóviles se centraban básicamente en su tamaño y en lo rápido que iban a acelerar. Sin embargo hoy en día estos productos han evolucionado de tal forma que se han equipado con todo tipo de tecnología punta como sensores, software, procesadores y redes en movimiento, etc.
Es por ello que las predicciones de los coches del futuro se encaminan más hacia este aspecto, la tecnología, algo que afecta tanto a su conectividad como al cuidado del medio ambiente y seguridad, algo que iremos viendo a lo largo de los próximos meses. Para empezar se estima que los automóviles del futuro más próximo van a intentar atraer a los clientes por medio de la personalización, entre otras cosas. De este modo los usuarios podrán comprar los productos más cercanos a sus necesidades gracias a la adaptación de algoritmos y software del vehículo. Por lo tanto dispondrán de aplicaciones que responderán a todo tipo de consultas, zonas de aparcamiento cercanas, restaurantes, rutas óptimas, etc.
Asimismo el usuario podrá adaptar sus dispositivos móviles y modo de vida al software del coche para que, por medio de algoritmos de aprendizaje el vehículo pueda diferenciar entre un día de trabajo y uno libre con el fin de adaptarse a nuestras necesidades en cada momento, por ejemplo. Además estos nuevos coches comenzarán a adaptarse a se dueño y su «comportamiento» variará en base a la forma de conducir del mismo.
Por otro lado de prevé que los próximos vehículos van a comenzar a recopilar datos acerca de nuestro comportamiento al volante para usarlo a posteriori. Gracias a esa información los seguros podrán ajustar el precio dependiendo de cada caso, o los futuros compradores del mercado de segundamano podrán saber el trato que ha tenido el producto que van a adquirir los últimos años.
Al mismo tiempo estos avanzados sistemas de software podrán ayudar al usuario a mantener la salud del automóvil lo más óptima posible por medio de una serie de medidas preventivas que se tendrán que adoptar.
Por descontado uno de los puntos fuertes en los que se quieren centrar los fabricantes es en el de la conectividad, ya que se pretende que estos elementos estén conectados continuamente a la Red. De este modo podrán ofrecernos una serie de interesantes servicios como los relacionados con el audio y el vídeo on-line vía streaming, todo tipo de información en tiempo real, etc. Además otra de las ventajas que vamos a comenzar a ver en estos vehículos es su capacidad para actualizarse on-line, como si de un smartphone tradicional se tratase. De este modo se logrará que el vehículo en todo momento disponga del mejor sistema de eficiencia de combustible o actualizar sus funcionalidades; todo ello con el fin de dar un mejor servicio al comprador.
Por otro lado estos nuevos vehículos van a compartir información sobre los patrones de cada usuario y su conducción, datos que subirán a la Nube para que tanto los los fabricantes de automóviles como los desarrolladores de aplicaciones cuenten con la suficiente información acerca de sus clientes para mejorar los servicios a ofrecer en el futuro y adaptarse a las necesidades de los mismos. Esto es algo que de manera beta ya están llevando a cabo empresas como Tesla o General Motors, información que será aplicable para mejorar sus próximos lanzamientos ya que reportan datos acerca de cómo los sistemas responden en hielo, una carretera con curvas o con fuertes lluvias, entre otros.
La seguridad ante todo
Para terminar, y como no podía ser de otro modo, nos encontramos ante el tema de la seguridad, con numerosas novedades que veremos este mismo año. Entre estos sistemas podemos destacar nuevos métodos de piloto automático, control de la trayectoria sin la implicación del conductor o nuevos sensores de proximidad para evitar las colisiones y accidentes de manera automática.
Todos estos adelantos serán muy de agradecer por parte de la mayoría de los usuarios, sin embargo encontramos un serio punto negativo. Y es que toda esta tecnología que se está implementando en los vehículos está comenzado a ser utilizada con malos propósitos por medio de diversos hackeos de software, algo que los fabricantes de vehículos y desarrolladores de aplicaciones van a tener que empezar a mirar con lupa y evitarlo en la medida de lo posible. Pero a pesar de todo no cabe duda de que el objetivo de muchas empresas del sector no es otro que el de ofrecer soluciones de seguridad en un vehículo que se podría convertir en un ambiente personalizado y seguro, como si estuviésemos en casa o en la oficina.