Importante movimiento el que se está cocinando dentro del mercado de los fabricantes de dispositivos electrónicos de almacenamiento. Y es que dos de las empresas de referencia a la hora de crear entre otros unidades y tarjetas de memoria, van a unirse en una operación que podría cerrarse el próximo año, en la que Western Digital se hará con SanDisk.
Las fusiones, adquisiciones y movimientos de integración entre compañías están a la orden del día en el mercado de la tecnología, pero cuando se producen entre dos empresas de gran relevancia como ocurre en el caso del fabricante Western Digital Corp y la compañía SanDisk Corp, conviene fijar la lupa en ellos por las repercusiones que puede tener para los usuarios y mercados dependientes de los productos que comercializan ambos.
Desde hacía algún tiempo se venía rumoreando el posible interés que podía tener Western Digital a la hora de comprar SanDisk pero todo quedaba siempre deslucido por la falta de una inyección de capital suficientemente grande para afrontar dicha operación. Ahora, el apoyo del grupo inversor chino Tsinghua Holdings Co Ltd puede suponer el espaldarazo definitivo para que ambas compañías hayan llegado a un acuerdo.
El precio de la operación se fijaría en unos 19.000 millones de dólares y con esta compra, Western Digital, marca conocida principalmente por sus discos duros, se vería reforzada con toda la experiencia y potencial de SanDisk, uno de los líderes en el mercado de tarjetas y chips de memoria. Durante el pasado verano, SanDisk presentaba en la feria Computex, celebrada en Taiwan, sus nuevas apuestas para el mercado de los componentes y accesorios, en los que destacaban los nuevos discos sólidos (SSD) de mayor capacidad y rendimiento.
La compra de SanDisk se llevaría a cabo en 2016
Por lo que respecta al calendario de la operación una vez que el precio por acción de SanDisk se ha fijado mediante la oferta de Western Digital en 86,50 dólares por título (cuando ayer cerraban el mercado a 75,90 dólares). La concreción de la misma se espera que pueda realizarse en el tercer trimestre del próximo año 2016.
Este movimiento parece ser la respuesta de Western Digital a los cambios que pueden producirse en los próximos años en el sector tecnológico, donde gracias a la creciente demanda de componentes para tecnología wearable y los dispositivos conectados, las oportunidades de negocio podrían dispararse. Este año ha sido especialmente prolífico además para el sector de los semiconductores y ello unido a la posibilidad de crear sinergias y ahorrar costes entre Western Digital y SanDisk puede dar como resultado una compañía capaz de afrontar el nuevo escenario que se presenta.