Cambiar las aplicaciones por defecto en Windows 10, cada vez más complicado
Entre otros muchos, uno de los cambios que Microsoft hizo en Windows 10 es aquel que hace referencia a los pasos que los usuarios tienen que dar para cambiar las aplicaciones por defecto en cualquier ámbito del sistema.
Por supuesto no es ninguna sorpresa que a muchos desarrolladores de software esta variación no les hizo demasiada gracia. Mozilla, por ejemplo, conocido entre otras cosas por ser el desarrollador del navegador Firefox, criticó públicamente a Microsoft por no permitir a aplicaciones de terceros cambiar directamente las aplicaciones por defecto. Esto se debía a que para la compañía básicamente era imposible que su propio navegador pudiese reemplazar a Edge automáticamente en Windows 10.
Por lo tanto son los propios usuarios los que deben cambiar el navegador por defecto manualmente, por lo que las opciones relacionadas con estas tareas que Firefox implementó en su software se han vuelto bastante inútiles. Pero la cosa no acaba aquí, ya que a partir de la nueva actualización 10568 de Windows 10, Microsoft está experimentando con nuevos cambios que podrían hacer aún más difícil el cambiar estas aplicaciones por defecto.
Ahora, cuando se accede al menú de aplicaciones por defecto en la pantalla de configuración y desea reemplazar Edge, o cualquier otro programa que viene con Windows 10, Microsoft muestra otro mensaje para asegurarse de que sabe lo que está haciendo. «Antes de cambiar los valores predeterminados, vea lo que puede hacer en una aplicación construida sólo para Windows 10: escribir en las páginas web y compartir tus ideas, leer sin distracciones con el modo de lectura, obtener respuestas en el navegador de Cortana, su asistente personal«, dice el mensaje en un claro intento por disuadir al usuario de cambiar el navegador por defecto. Y la persuasión por parte de Microsoft sigue con “usted tiene dos opciones diferentes: no cambiar y probar ahora o cambiar de todos modos«.
Obviamente esto no debería afectar demasiado a todos aquellos usuarios que realmente quieren reemplazar las aplicaciones por defecto en Windows 10 por las de otros desarrolladores de software, aunque podrían hacerlo aún más difícil en futuras actualizaciones del sistema. Lo preocupante es el ímpetu que en este caso está poniendo Microsoft para que los usuarios se centren en sus propias herramientas para Windows 10 dejando en un segundo plano a las de terceros.
¿Pensáis que esto es lícito o por el contrario Microsoft no está actuando correctamente?