La fibra óptica continúa imponiéndose como tecnología del futuro en cuanto a los accesos a Internet en banda ancha fija. Ahora bien, mientras el ADSl y sus variantes siguen perdiendo cuota y abonados, la fibra óptica no ofrece aún una cobertura suficiente para que todos los conectados a Internet puedan migrar y disfrutar de mayor velocidad y estabilidad. Así llegamos a la fibra óptica, hace ya 10 años.
En el año 2005, hace ya 10 años, la tecnología más atractiva para el acceso a Internet era el ADSL2+, y una de las ofertas más interesantes venía de parte de Jazztel. Los 20 Mb encontraron su éxito entre promociones, con precios en torno a los 30 euros hasta que, de parte de Wanadoo, pudimos contratar esta tecnología y velocidad por 20 euros más IVA. Ahora bien, dadas las limitaciones del cobre, hablamos de un máximo teórico de 24 Mbps con 1,2 Mbps de subida, que en ningún caso se alcanzó y los usuarios se vieron penalizados en función de la distancia con respecto a la central.
Y llegó la fibra óptica a España
Las primeras pruebas piloto con tecnología de fibra óptica –hablamos de FTTH- se dieron en 2005 y llevadas por Telefónica, alcanzando los 50 Mbps en descarga. En este punto la fibra óptica ya era capaz de llegar más allá que el par de cobre en cuanto a velocidad, a pesar de que actualmente se comercializan modalidades de sólo 20 Mbps. Ahora bien, tuvimos que esperar tres años más hasta que, en 2008, Orange comenzó sus pruebas piloto. En este mismo año, Telefónica –Movistar- comenzó la comercialización de su fibra óptica y se permitió la reventa con accesos MEBA limitados a 30 Mbps.
Por lo tanto, hace sólo siete años –2008- ya estábamos, en España, disfrutando de fibra óptica con 50 Mbps de parte de Movistar. Posteriormente, la velocidad ha ido aumentándose, como ya sabemos, a 100 Mbps, 200 Mbps –Jazztel con simetría- y actualmente se mantiene el «estándar» en 300 Mbps con el FTTH de Movistar, el cable de Vodafone y, pronto, el FTTH simétrico de Orange -Jazztel-.