He visto cómo pedidos de más de 5 móviles –de gama alta- llegaban de parte de un operador móvil a una empresa, y cómo «amenazar» a tu compañía era sinónimo de terminal gratis. Pero de esto hace muchos años, y desde entonces la portabilidad de líneas en modalidad de contrato ha perdido mucho, en cuanto a los beneficios para el cliente y titular. Esto es lo que puedes hacer, lo que no… y qué te van a ofrecer cuando haces una portabilidad.
Hubo un tiempo en que la portabilidad era el mayor arma de los clientes de telefonía móvil. Era cuando el cliente importaba a los operadores, cuando «el cliente es nuestra prioridad». Ahora, sin embargo, escuchemos de su parte lo que escuchemos, la filosofía encaja más con: «los clientes son nuestra prioridad». Y no, no es lo mismo, porque ahora hablamos de un tratamiendo mecanizado, mientras que antes existía una mayor personalización en el trato.
Los tiempos han cambiado en este sentido, en el de la portabilidad de líneas móviles, y aunque los operadores siguen regalando móviles, no se hace de la misma manera, ni por asomo se regalan los mismos móviles –en cuanto a la gama a que corresponden-.
Mitos y mentiras sobre la portabilidad
Tomando como cierto lo anterior, que quizá haya quien no esté del todo de acuerdo, podemos desarrollar este cambio de situación en el campo de las portabilidades móviles con una serie de «mitos y mentiras» que, si alguna vez fueron ciertas, hoy en día no lo son.
Amenaza a tu operador y te regalan un móvil
No es cierto. Hay una jugarreta que pasa por hablar con un operador competidor, acordar la portabilidad, llegar incluso a hacer la grabación legal y, después, esperar sentado la contraoferta de tu operador actual. Esa jugarreta es real, existe, la puedes hacer. Y la contraoferta también existe. Pero no te van a regalar un móvil, lo que van a hacer es ofrecerte nuevas condiciones de tarifa y precio para mantenerte con tu operador, a mostrarte las últimas novedades, servicios adicionales que te pueden interesar… En la mayoría de los casos conseguiremos un descuento temporal en la factura, probablemente un terminal móvil de gama baja y, por último, y este es el motivo por el que considero que no es cierto que te regalen un móvil: un amplio compromiso de permanencia.
El operador favorecido paga tu directamente penalización
Cuando te vas de tu operador manteniendo un compromiso de permanencia, romperlo te llevará a costear la penalización económica correspondiente, sea cual sea. Algunos operadores se vanaglorian de pagar esta penalización, lo que también tiene algunos matices que deberíamos revisar. Para empezar, esta compensación económica tiene unas limitaciones, dependiendo del operador al que vayamos a favorecer. Por otra parte, el operador al que vamos a portar no va a costear de forma directa nuestra penalización, sino a posteriori. Por lo tanto, ten en cuenta que tú serás el primero en echar mano al bolsillo.
Si me voy con mis 5 líneas, le hago un agujero a mi operador
Ni hablemos de los clientes particulares con una única línea. Pero si eres una pequeña empresa, o simplemente una familia con varias líneas bajo el mismo titular, no saques pecho tan pronto. Aquí es donde, como adelantábamos, la filosofía de «el cliente es nuestra prioridad» ha cambiado en favor de «los clientes son nuestra prioridad». La diferencia es que el cliente individual ha perdido peso, las líneas de pequeñas familias y empresas, mientras que ha ganado importancia la masa de clientes. Hacer perder 5 líneas, por poner un ejemplo, no es suficiente presión para conseguir un iPhone 6 gratis.
Los operadores móviles virtuales… ¿son los que más negocian?
El operador móvil virtual tiene un perfil muy diferente a los grandes operadores con red propia, básicamente por su volumen de clientes. A un OMV sí es más probable que le afecten 5 portabilidades en su contra, pero volvemos a encontrar una pega. Los OMV tienen menos posibilidades de negociar, porque están atados en cierto modo a un proveedor que puede ser Movistar, Orange o Vodafone, por ejemplo. Sus precios suelen tener márgenes de beneficios más ajustados y el trato con fabricantes de terminales no es el mismo, como es evidente, luego un OMV, por desgracia, no puede cumplir con las delicias del pasado en una portabilidad móvil.
¿Se acabó «lo bueno» con las portabilidades móviles?
Por el tono del artículo comprenderéis que estas conclusiones vienen de la experiencia, tanto personal como de conocidos y cercanos, y de leer al respecto. Pueden quedar casos aislados de familias con varias líneas que comparten titular y que han conseguido llenar la casa de terminales de gama alta gratuitos. En cualquier caso, como ya han afirmado en repetidas ocasiones desde la directiva de varios operadores, «el fin de las subvenciones es un camino sin retorno”. Se acabaron y ahora hay triquiñuelas como la compensación por comprometerse a permanecer en un operador, por ejemplo.