Algunos fabricantes se han empeñado, desde años atrás, en convencernos de que sus tabletas pueden hacer las labores de un ordenador portátil. No hay límites, no se refieren a usuarios básicos o avanzados, sino a todos en general. La respuesta del mercado dice lo contrario en los sectores profesionales, ¿podemos sustituir nuestro ordenador portátil con una tableta?
Los ordenadores portátiles llevan años con nosotros y, gracias a ellos, desde los usuarios más básicos que limitan su utilización a las herramientas de navegación y ofimática hasta los más exigentes que utilizan programas, por ejemplo, de edición de vídeo sobre ellos, todos hemos podido continuar el trabajo fuera de casa o de nuestra oficina. Con la llegada de las tabletas, hace ya también años, los diferentes fabricantes dedicados al sector han pretendido que dejemos atrás los ordenadores portátiles en favor de esta creciente tendencia, las tabletas. Sin embargo, la mayoría continuamos haciendo uso de ambos dispositivos de forma independiente y complementaria, en pocos casos de forma suplementaria.
Las tabletas son un complemento, aún no pueden sustituir a los portátiles
La opinión de la gran mayoría de los consumidores nos indican que las tabletas están aún a un importante salto de poder sustituir a los ordenadores portátiles. Y es que, mientras algunas tabletas alcanzan la potencia de un ordenador portátil y se quedan sin la posibilidad de acceder al mismo tipo de software, otras se quedan cortas de potencia, a pesar de acceder al software al que estamos acostumbrados en ordenadores de sobremesa. No obstante, han comenzado a surgir algunos nuevos productos, tabletas, que a priori sí se plantean como posibles alternativas sólidas a los ordenadores portátiles. La más reciente, de Microsoft, es el Surface Pro 3 que incluye un hardware digno de su gama -para profesionales- combinado con el software propio de la compañía, Windows 8.1 «completo». Pero, aún así, ¿puede sustituir el Surface Pro 3 a nuestros ordenadores portátiles?
No todos podemos utilizar sólo una tableta
Aunque en los tres sistemas operativos principales, a nivel de sobremesa, podemos utilizar prácticamente todas las herramientas «básicas», hay usuarios que están completamente encasillados en Mac, Linux o Windows, lo que les limita aún más la entrada a las tabletas como dispositivo único.
En cuanto a los usuarios de Mac, la única posibilidad que encontramos es el iPad que, con su sistema operativo móvil iOS, se acerca a lo que nos ofrecen los ordenadores de sobremesa. Sin embargo, por tratarse de un sistema operativo móvil, sus funciones están limitadas y sólo podemos instalar aplicaciones, nada de «programas» que puedan desempeñar funciones más avanzadas como edición de fotografías o vídeo de forma «completa», entre muchas otras funciones.
Por otra parte están los usuarios de Linux en cualquiera de sus distribuciones. Los sistemas operativos de código abierto basados en Linux, precisamente por su código abierto, es lo que ha cautivado a este sector de usuarios. El soporte de desarrolladores ajenos al software, por otra parte, es otro de los alicientes de quienes, por desgracia, tampoco pueden encontrar ninguna tableta que cumpla con sus exigencias y, mucho menos, que ponga a su alcance una consola de comandos «ilimitada».
En último caso tenemos a los usuarios acostumbrados a Windows. Estos sí que, según Microsoft, tienen la suerte de poder olvidarse de los ordenadores portátiles y comenzar a disfrutar, cuando salen de casa o la oficina, únicamente de una tableta que aporta al usuario una experiencia completa aumentando las posibilidades de movilidad y, sobre todo, combinando lo mejor de un ordenador portátil y de una tablet en un único dispositivo, sus «Surface Pro».
El precio de las tabletas profesionales aún es desorbitado
Dando por válida la opción de las Surface Pro 3 de Microsoft como alternativa a las tabletas, nos encontramos con que los precios de los diferentes modelos que próximamente se pondrán a la venta son realmente altos. Así, si queremos el equipo menos potente tendremos que desembolsar 799 euros y, evidentemente, cuanto más potente, más caro será alcanzando un total de 1949 euros con procesador Intel i7 y 512 GB de almacenamiento interno. Estableciendo una comparación, la misma que Microsoft ha hecho, tendríamos el MacBook Air de Apple, que no es precisamente el ordenador portátil -ultrabook- más barato, pero obtendríamos lo siguiente:
Procesador | Memoria RAM | Pantalla | Memoria flash | Dimensiones | Peso | Autonomia | Precio | |
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Apple Macbook Air | Intel i7 | 8 GB | 13 pulgadas 1440 x 900 pixeles | 512 GB | 32,5 x 22,7 x 0,3 a 1,7 cm | 1,35 kg | 13 horas | 1779 euros |
Microsoft Surface Pro 3 | Intel i7 | 8 GB | 12 pulgadas 2160 x 1440 pixeles | 512 GB | 29,21 x 20,14 x 0,91 cm | 0,79 kg | 9 horas | 1949 euros |
En cuanto a las especificaciones técnicas, como puede apreciarse, las diferencias son escasas. Ahora bien, hay algunos puntos en los que debemos prestar especial atención. A favor del MacBook Air nos encontramos con una autonomía notablemente superior, nada más y nada menos que 4 horas de diferencia sobre el papel, lo que a la hora de llevar a cabo una jornada completa acaba notándose, puesto que no nos quedamos sin batería. Sin embargo, la pantalla del Microsoft Surface Pro 3 es táctil y, además, cuenta con un «lapicero» para una introducción más dinámica. Pero, ¿qué hay del teclado? Steve Jobs, en la presentación del MacBook Air, comentó que uno de los puntos principales es el teclado completo «estándar», lo que continúa siendo un acierto en este y otros ultrabooks.
En último lugar hay que tener en cuenta el precio, puesto que por el correspondiente al MacBook Air podemos ahorrarnos un total de 170 euros por la diferencia, un 10% del precio del propio ordenador. Si bien es cierto que con esa cantidad no es suficiente para una tableta de gama media, aún así supone un ahorro considerable. Ahora bien, ¿es capaz del Microsoft Surface 3 Pro, definitivamente, de sustituir nuestros ordenadores portátiles?