El curioso proyecto «I Know Where Your Cat Lives» –Sé dónde vive tu gato, en español– nos facilita la comprensión de un importante problema relacionado con los teléfonos inteligentes, las redes sociales y nuestra privacidad. Gracias a la información que nosotros mismos, sin querer, ofrecemos, quedamos automáticamente localizados. Hay muchas webs para mascotas y solemos subir fotografías a redes sociales, a aplicaciones que incluso buscan pareja a nuestros animales… Y quizá no es buena idea.
«I Know Where Your Cat Lives», el proyecto que nos ocupa en estas líneas, se encarga de tomar información de varias redes sociales como, por ejemplo Instagram. A partir de esta información, es decir, las fotografías y los metadatos que estas incluyen, «I Know Where Your Cat Lives» genera un mapa con la localización de gatos en todo el mundo. Aunque en el caso de este proyecto se trata sólo de gatos, visualizando el mapa podemos darnos cuenta de que, en realidad, es un tema serio y grave para los usuarios «afectados».
Sé dónde vive tu gato, sé dónde vives tú
«Lo que está en Internet está en manos de cualquiera» es una de las típicas frases que oiremos pronunciar a compañías de seguridad y cuerpos de seguridad. Sin embargo, parece que este importante problema no termina de calar y aún «a estas alturas» continuamos facilitando un exceso de información que nos hace perder privacidad y, sin duda, nos expone a ciertos peligros innecesarios.
Como podemos ver gracias a «I Know Where Your Cat Lives», millones de fotografías de gatos -en las que no sale el propio dueño- son localizadas con un sistema completamente automatizado que tiene, tan solo, un filtro: gato -cat, en inglés-. A partir de esta búsqueda, centrándola en redes sociales, se ha organizado un mapa repleto de «mininos» y su ubicación en todo el mundo. De esta forma, no sólo se sabe dónde vive exactamente el gato, su ubicación, sino también su dueño. Igual que se puede hacer con «gato» como filtro, se puede conseguir lo mismo, o incluso «mejor», utilizando otro tipo de filtros. Y es que, aunque la opción existe, no es lo mejor que podemos hacer el ofrecer la localización automática de nuestras imágenes -y otros- a aplicaciones como Twitter, Instagram, Facebook y demás. Porque, ¿no será facilitarle el «trabajo a un ladrón»·, por ejemplo, el ofrecerle nuestros movimientos exactos y precisos?