La empresa de Elon Musk SpaceX es conocida por sus misiones espaciales que ayudan a conocer mejor lo que hay fuera de nuestro planeta. Se baraja la posibilidad de incluso en un futuro cercano conseguir vivir fuera de la Tierra gracias a aeronaves fabricadas por esta compañía.
La aeronave Crew Dragon será una de las encargadas en realizar esta tarea. Sin embargo, se ha desvelado un detalle sobre esta nave que es cuanto menos llamativo, ya que el baño estará en lo más alto y se asegura que podremos disfrutar de unas vistas privilegiadas desde esta zona de la nave, ya que estará hecha de cristal.
Podrás disfrutar de una panorámica increíble. Esta sería la primera misión que se hará sin cosmonautas, sino con personas que no tienen la formación necesaria para hacer este tipo de viajes.
Esta misión podría producirse el próximo mes de septiembre y se tiene previsto que durante tres días esta nave orbite nuestro planeta a una enorme altura, por encima de satélites que ya se encuentran actualmente en órbita.
Unas vistas privilegiadas
Durante el viaje no solo habrá que disfrutar de las vistas de la Tierra sino que también se realizaran experimentos científicos. También puede dar paso al origen del turismo en el espacio, una idea que se antoja demasiado futurista y difícil pero que a día de hoy con la tecnología con la que contamos es más que posible.
En otras tres veces SpaceX ha llevado a instalaciones de la NASA a astronautas pero en esas oportunidades esas aeronaves no tenían cúpula ya que era por la parte superior del vehículo por donde los astronautas tenían que pasar para acceder a los laboratorios. Con esta misión donde se usara la Crew Dragon, esto no será necesario y por eso se incluirán cristaleras que permitirán disfrutar de las vistas.
De hecho, que esta cúpula este hecho de cristal permitirá a aquellos que se sitúen ahí que se sientan más cerca que nunca del espacio, debido a la transparencia de este material.
Un multimillonario, el responsable
La persona que se ha encargado de comprar asientos para este vuelo es Jared Isaacman, de 37 años. Esta persona es una apasionada de lo aéreo y se estima que se ha gastado más de 50 millones de dólares en cada asiento para poder realizar este viaje espacial.
Este hombre se encuentra actualmente haciendo diferentes trabajos experimentales en un hospital con el fin de después recrearlos mientras está en órbita. También se quieren hacer otras investigaciones sobre cómo afecta al cuerpo humano estos viajes en el exterior, por lo que se tiene pensado que los viajeros tomen muestras de su sangre y de su piel.
Aunque aún no se ha revelado detalles de cómo será el famoso baño de la parte superior, se da por hecho que será uno convencional como el que podemos encontrar en cualquier casa.