El surgimiento de la tecnología en 3D ha supuesto una revolución dentro de este campo. Cualquiera puede comprar una impresora 3D y fabricar con ella prácticamente lo que uno desee.
Tambien son muchas las empresas que aprovechan la tecnología de la impresión 3D para crear herramientas y mecanismos que hacen que su trabajo pueda ser más fácil y rápido.
Es el caso de la empresa australiana SPEE3D especializada en impresoras en 3D que quiere innovar a la hora de fabricar motores de cohetes que irán al espacio y quiere fabricar estos usando esta tecnología, que además abarataría muchos costes.
Un proyecto subvencionado
Esta compañía ha recibido una cantidad cercana al millón y medio de euros gracias a varias subvenciones, que le permitirán realizar esta ambiciosa idea. Este proyecto recibe el nombre de SPAC3D y se aplicará solo en territorio australiano, aunque el objetivo es expandir el uso de estos motores por todo el mundo.
Las subvenciones han sido otorgadas en gran parte por el gobierno australiano ya que el país quiere convertirse en una nación que en este sector se encuentre a un nivel muy alto y que pueda competir sin problema con otras potencias mundiales en este sector.
La compañía colaborará con otras empresas del continente para desarrollar estos motores hechos con impresoras 3D y que se venderán en un futuro a todas aquellas empresas espaciales que quieran usar estos propulsores.
El problema al que se enfrentan es a la velocidad de producción de estos motores. Ya hay antecedentes de otras empresas que han fabricado el mismo producto en pocas horas y por un coste bajo, pero SPEE3D aún tiene que optimizar su tecnología para fabricar motores que den un rendimiento óptimo y que sea económicamente fabricarlos, a diferencia del resto de compañías actuales.
Un proyecto con mucho futuro
Esta empresa se erige como la principal proveedora de motores de cohetes espaciales para todas las empresas que trabajan en la industria espacial en Australia. Se están creando muchos puestos de trabajo que permitan a SPEE3D cumplir con sus pronósticos y cubrir todas las necesidades.
El uso de la tecnología de impresión en 3D para este tipo de proyectos implica que no hay que ponerse límites a la hora de intentar colaborar con otras empresas para tratar de conseguir un producto más barato, en menos tiempo y que además puede funcionar igual o mejor que algo que se ha fabricado con los métodos tradicionales.
Tras recibir la aprobación para hacer su proyecto, la empresa va a tener que realizar muchas pruebas para optimizar el funcionamiento de los cohetes y que estos puedan usarse en el futuro de las misiones espaciales.