Las plantas no pueden escuchar, sentir o ver como los humanos, pero cuentan con una ventaja que nosotros no tenemos: ellas pueden fabricar energía directamente del Sol. Ese proceso de convertir la luz solar directamente en energía utilizable, que todos conocemos como fotosíntesis, pronto puede ser una hazaña que los humanos podrán imitar para aprovechar la energía del Sol para obtener combustible limpio, almacenable y eficiente.
Si es así, podría abrir una nueva frontera de energía limpia. A la Tierra llega suficiente energía en forma de luz solar en una hora para satisfacer todas las necesidades energéticas de la civilización humana durante todo un año. Yulia Puskhar, biofísica y profesora del Colegio de Ciencia de Purdue, cree que puede tener una forma de aprovechar la energía solar imitando a las plantas.
Una nueva forma de aprovechar la energía solar
La energía eólica y la energía solar, son las dos formas principales de energía limpia disponibles. Añadir una tercera, la fotosíntesis sintética, cambiaría drásticamente el panorama de las energías renovables. La capacidad de almacenar la energía fácilmente, sin requerir de enormes baterías, mejoraría drásticamente la capacidad de los humanos para impulsar la sociedad de manera limpia y eficiente. Sin embargo, las turbinas eólicas y fotovoltaicas tienen desventajas respecto a efectos ambientales y factores de complicación. Puskhar espera que con la fotosíntesis artificial estos problemas puedan desaparecer.
«Nosotros y otros investigadores de todo el mundo estamos trabajando muy duro para tratar de encontrar energía accesible», dijo Puskhar. «Energía limpia y sostenible que podemos crear con elementos no tóxicos y fácilmente disponibles. Nuestra fotosíntesis artificial es el camino a seguir».
El proceso más cercano a la fotosíntesis artificial del que disponemos hoy en día es la tecnología fotovoltaica, donde una célula solar convierte la energía del Sol en electricidad. Ese proceso es famoso por su ineficacia, ya que solo puede capturar alrededor del 20% de la energía del Sol. Con la fotosíntesis esto es mucho más eficiente, pudiendo almacenar el 60% de la energía solar. La fotosíntesis artificial no tiene muchas limitaciones físicas y podría lograrse hasta un almacenamiento del 80% de la energía del Sol. Esta forma de energía limpia y eficiente ayuda mucho al ahorro de energía.
Un proceso eficiente pero complejo
Los científicos del laboratorio de Puskhar experimentan con combinaciones de proteínas naturales del fotosistema y catalizadores sintéticos en un intento por comprender qué funciona mejor y por qué. También da prioridad al uso de compuestos y productos químicos que son fácilmente abundantes en la Tierra, de fácil acceso y no tóxicos para el planeta.
Sin embargo esto no es un proceso fácil, ya que la fotosíntesis artificial es algo duro y complicado, por el hecho de que la fotosíntesis es multifacética. Según Puskhar, en unos 10 o 15 años esta tecnología habrá avanzado lo suficiente como para que los sistemas comerciales de fotosíntesis comiencen a funcionar. Esta investigación está financiada por la Fundación Nacional de Ciencia
Los científicos han estado trabajando en la fotosíntesis artificial desde los años 70. Además estos creen que la fotosíntesis, a diferencia de otros ámbitos como la comunicación, el vuelo o la inteligencia, solo ha evolucionado una vez, hace unos 3.000 millones de años.