El espionaje ha sido un instrumento clave en las distintas batallas internacionales de las últimas décadas. Gracias a él, se han podido conocer con anterioridad las intenciones de los enemigos y se ha evitado la muerte de mucha gente. Tener acceso a documentos e información clave es vital para ello, y mientras en la actualidad se puede hacer una rápida foto con el móvil, hace décadas eso no era posible. Sin embargo, había una cámara que permitía hacer rápidas fotos a documentos, y su tamaño era minúsculo.
Hablamos de las cámaras de Minox, una empresa alemana que actualmente sigue fabricando instrumentos ópticos de gran precisión y cámaras de fotos. Esta compañía tiene sus orígenes en 1936, aunque su idea había sido concebida en 1922. La idea era crear una cámara compacta, fácil de transportar, y fácil de utilizar, de manera que cualquier persona, incluso sin conocimientos sobre fotografía, pudiera hacer fotos.
Su creador, Walter Zapp, creó el primer prototipo en 1936, pero rápidamente en 1938 lanzó la primera versión comercial con la Minox Riga. Esta cámara inicialmente no tuvo un gran éxito comercial, ya que las cámaras réflex de 35 mm ya se consideraban como compactas y fáciles de transportar, además de ofrecer una gran calidad de imagen.
Poco más grande que un mechero: cabía en un paquete de tabaco
La cámara, en lugar de usar película en formato de 35 mm como la mayoría de la época, usaba un formato propietario de Minox de 9,5 mm, que es casi 4 veces más pequeño, pero que es más que suficiente para tomar instantáneas rápidas, además de lo más importante: fotografiar documentos.
A nivel físico, encontrábamos unas dimensiones de 80 x 27 x 16 mm para el modelo B, el más popular, y un peso de sólo 130 gramos. Si fumáis, sabréis (o no) que un paquete de tabaco tiene unas dimensiones de 88 x 55 x 23 mm, por lo que la cámara podía esconderse fácilmente en uno de estos paquetes y pasar desapercibida casi como si de un mechero se tratase.
Dependiendo del carrete usado, era posible tomar 15, 30, 36 o hasta 50 fotos. La cámara contaba con una lente de 15 mm con una apertura de f/3.5 (diafragma fijo, no se puede ni abrir ni cerrar más), capaz de enfocar a una distancia de sólo 20 cm. Para acertar con el enfoque, junto con las cámaras normalmente se entregaba una pequeña cadena de 46 cm de longitud con nudos, de manera que se pudiera saber con exactitud si la foto iba a salir o no enfocada.
Así, tenemos los dos principales motivos por los que fue la cámara de elección por los espías: era compacta y ligera, y era ideal para la fotografía macro, permitiendo hacer capturas rápidas de documentos a una distancia bastante corta. Fue muy usada por ambos bandos de la Segunda Guerra Mundial, y posteriormente fue usada durante toda la Guerra Fría por Estados Unidos, Reino Unido, Alemania (tanto la RDA como la RFA), y distintos países del bloque oriental.
Los distintos modelos de cámaras Minox
Tras el modelo inicial que se usó en la Segunda Guerra Mundial, conocido en aquel entonces como Minox Riga y posteriormente rebautizado como Minox Model I, le siguieron la Model A, que luego fue renombrada a Model II. Este modelo pasaba a usar un cuerpo de aluminio para ser más ligera, además de tener un nuevo obturador. Posteriormente llegaron los modelos III y IIIs, con lentes más sencillas (4 elementos en lugar de 5) y sincronización con flash.
A finales de los años 50 llegó el Modelo B, que añadió un medidor de exposición de selenio. El modelo C, lanzado en 1969, cambió el medidor a uno basado en pequeñas baterías, lo cual hizo que su tamaño aumentase. Posteriormente, llegaron modelos con obturadores electrónicos, así como modelos económicos como el EC, que estuvo en fabricación hasta el año 2004. No obstante, ya desde finales de los años 80 dejó de usarse, debido a que ya había mejores opciones disponibles.
Funcionamiento de la Minox
Su funcionamiento era realmente sencillo. La cámara se abría desde un extremo, revelando el visor y la lente. Posteriormente, se pulsa el botón del disparador, y se cierra y se abre la cámara de nuevo, y ya está listo el siguiente disparo. En la parte superior tenemos varios diales, usados para enfocar la lente y ajustar la velocidad del obturador (a elegir entre 1/2 o 1/1000 segundos). Al tener el diafragma fijo, la exposición se controlaba mediante la velocidad del obturador, así como la sensibilidad de la película utilizada. La cámara aceptaba numerosos accesorios, como trípodes e incluso prismáticos.
Usos famosos de las cámaras Minox
La cámara ha sido clave en diversos casos de espionaje durante la Guerra Fría. Entre ellos encontramos al espía soviético John Anthony Walker Jr., que espió a Estados Unidos en favor de la Unión Soviética entre 1965 y 1985. En ese tiempo, ayudó a descifrar más de un millón de mensajes de la Armada. Empezó a espiar para los soviéticos a finales de 1967, donde entró en la embajada del país en Washington a entregar un documento de alto secreto para descifrar comunicaciones de radio. Walker Jr. usó una Minox durante todo el proceso de espionaje, ganando miles de dólares al mes a cambio de la información.
Otro caso, en este caso en favor de Estados Unidos, fue el de Oleg Penkovsky, un espía soviético que informó a Reino Unido y a Estados Unidos de la ubicación de los misiles soviéticos en Cuba, así como aportó información que demostraba que el país no tenía unos misiles tan avanzados ni numerosos frente a los que disponía Estados Unidos.
Aportó una información de valor incalculable sobre el ejército soviético y el KGB, gracias a las credenciales de acceso a los documentos secretos de la URSS que tenía, así como con la cámara Minox que le proporcionó la CIA. Sin embargo, mientras que Walker Jr. murió en la cárcel, Penkovsky no tuvo tanta suerte. Tras terminar el conflicto de los misiles de Cuba, lo descubrieron y ejecutaron en 1963.
En el cine, la cámara ha aparecido en numerosas películas, siendo una de ellas 007 al servicio secreto de su Majestad, la única película de James Bond protagonizada por George Lazenby.
Liana Romero Swirski en La Revuelta
Liana Romero Swirski fue la espía española más joven de la Segunda Guerra Mundial. Es hija de Larissa Swirski, una fotógrafa y espía ucraniana conocida como La Mata Hari del Sur o La Reina de Corazones, que ayudó a derrocar a Hitler. La madre usaba a su hija como tapadera en las misiones y desempeñaron un papel clave para impedir que los nazis tomaran Gibraltar.
En La Revuelta, programa presentado por David Broncano en La 1, trajeron a Liana Romero Swirski como invitada y contó bastantes anécdotas sobre su época como espía durante la gran guerra que duró de 1939 a 1945. Durante la entrevista, la mujer sacó la cámara Minox que utilizaba su madre en aquella época. Teniendo en cuenta la época en la que estaban, una cámara tan pequeña era tecnología punta.
Romero Swirski cuenta que los alemanes le entregaron este equipo a su madre y fue la que usó durante todo el tiempo que ejerció como espía. «Es maravilloso para capturar documentación, no solo paisajes y actos de guerra», afirma la mujer. La mujer cuenta que su madre no sabía lo que los alemanes estaban haciendo en Europa. Primero, su madre colaboró con los nazis, pero cuando se enteró de los campos de concentración comenzó a ayudar al bando aliado:
«Los trenes llegaban cargados de prisioneros judíos. A las mujeres se les rapaba el cabello, las dejaban calvas total, y el cabello lo utilizaban para tejer calcetines para los submarinistas alemanes. Por lo visto, conservaba el calor más que la lana. Hacían lámparas y la cubierta la hacían con piel humana. Cuando mi madre oyó todo esto, inmediatamente cambió de bando y dijo: ‘Yo no trabajo para los alemanes ni un solo día más’«.
Por lo tanto, La Reina de Corazones utilizó la propia cámara Minox, que le cedieron los alemanes, en su contra.