Ha acumulado 2000 ordenadores en las últimas décadas y ahora los vende como churros

Ha acumulado 2000 ordenadores en las últimas décadas y ahora los vende como churros

Justo Romanos

Durante 20 años, un informático tuvo más de 2.000 ordenadores en su granero y, cuando ya estaba a punto de tirarlos a la basura, decidió probar suerte vendiéndolos online. Ahora ha descubierto que ha sido una de las mejores ideas que podría haber tenido y está alcanzando el éxito que no tuvo décadas atrás. Su esposa tampoco sale de su asombro.

En los años 80, hubo una empresa fabricante de ordenadores que, desde Canadá, se adelantó al mundo creando lo que se consideró como una de las primeras versiones de Internet. Se llamaba NABU Network y gestionaba el envío de información a través de la red de cable de televisión. Por desgracia, llegó demasiado pronto y fracasó. Y es entonces cuando entra en escena el protagonista de nuestra historia.

Emprendedor fallido

NABU se lanzó en 1982 y la empresa cerró en 1985 a la vista del poco apoyo que había recibido. Su ordenador permitía descargar información, subir datos a la red e incluso jugar online: todo un adelantado a su época. No obstante, la decepción que supuso el fracaso del negocio fue demoledora. Miles de ordenadores se quedaron sin un posible comprador y la cúpula de la empresa quiso deshacerse de todo cuanto antes.

El informático James Pellegrini se cruzó de forma imprevista con un gran stock de ordenadores NABU totalmente nuevos. Permanecían en sus cajas de fábrica y no habían sido tocados por nadie.

La primera intención de este residente de Massachusetts, en Estados Unidos, fue despedazarlos y sacar los procesadores Z80 que tenían. Un interés lógico, pues se trataba de uno de los componentes más codiciados de la época, que incluso hoy día tiene aplicaciones en todo tipo de dispositivos. Estos procesadores, por ejemplo, alimentaban otros ordenadores clásicos y también estaban dentro de las máquinas recreativas más míticas, como Pac-Man.

Para Pellegrini, la compra de los ordenadores resultó un buen negocio. Pero antes de comenzar a despedazar los equipos pensó en qué podría hacer exactamente con los procesadores Z80, ya que venderlos tal y como estaban no entraba en sus planes.

Se le ocurrió emprender mediante un sistema de central telefónica que utilizaría los procesadores. No tardó en descubrir que la idea superaba sus posibilidades y que habría necesitado muchos más medios para llevarla a cabo. Por ello, decidió olvidarse del tema y simplemente dejó aparcadas todas las opciones que había barajado. Sus 2.200 ordenadores NABU quedaron ocupando espacio en su granero durante 20 años.

El negocio de su vida

20 años después de haber desterrado su idea, ya jubilado, se dio cuenta de que su vivienda no había soportado el paso del tiempo como le hubiera gustado. El granero ya no estaba en condiciones de poder mantener el alojamiento de esta ingente cantidad de ordenadores, por lo que decidió que tenía que quitárselos de encima lo antes posible. La idea de llevarlos al desguace posiblemente se le pasó por la cabeza, pero antes de tirarlos quiso probar suerte y recurrir a Internet.

Empezó usando Craiglist, una especie de Segundamano muy conocido en EEUU que sirve para cualquier tipo de venta. El precio al que probó suerte fue de solo 20 dólares. En poco tiempo comprobó que había mucha más demanda de la que esperaba y decidió repensar sus opciones. Tal vez era el momento de ganar con ello mucho más dinero. Al fin y al cabo, ¿quién tiene más de 2.000 ordenadores de los años 80 en perfecto estado que nunca han salido de su caja?

Puede que no se trate de un ordenador famoso, pero las circunstancias que rodearon a su lanzamiento y el concepto innovador del que hacía gala en la época han hecho crecer su fama. Para Pellegrini este éxito online se ha convertido en la recompensa por tener el granero lleno de ordenadores durante 20 años.

Debido a este éxito, el informático decidió dejar Craiglist y pasarse a eBay. El efecto fue demoledor. Las unidades del ordenador se vendían cada vez más rápido incluso al precio de 60 dólares que había definido para ellas. Tuvo tanta popularidad que, viendo que el stock del ordenador se iba reduciendo, Pellegrini decidió aumentar el precio a 100 dólares. Y nadie deberá extrañarse si, al final, las últimas unidades alcanzan un coste muy superior. Seguramente no habrá quejas, puesto que lo que ha tenido que pasar el vendedor debido a la mala decisión que tomó en su tiempo, es difícil de imaginar. En estos momentos, el ordenador ya tiene un nuevo precio de 119,99 dólares en eBay tal y como puedes ver en su listado.

Pellegrini habla ahora contento de cómo se ha encontrado enviando decenas y decenas de ordenadores cada vez que va a la oficina de envíos. Y no solo eso, sino que el negocio le está yendo tan bien que incluso comenta que, cuando acabe de vender todos los NUBA, comenzará a desarrollar software para el ordenador a la vista de los muchos usuarios que lo van a tener en sus casas. ¡Menuda historia!

Casos como el de James Pellegrini generan una mezcla de envida y esperanza. Tal vez alguna de las que ahora nos parecen locuras se convierta en unos años en una gran oportunidad de negocio que transforme por completo nuestras vidas. Obviamente, existirán pocos casos como el suyo. Parece complicado que vayamos a toparnos con una oportunidad así, y casi igual de difícil que dispongamos de los medios y el espacio para ocupar espacio durante 20 años por esa ingente cantidad de equipos. Experiencias como la suya nos ayudan a entender por qué muchas mentes inquitas, que resultan incomprensibles para una mayoría, acaban convirtiéndose en ejemplos de visión exitosa.

Vía > VICE

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