¿Y si hubiera un tipo de contenido que quizá estás reproduciendo en Netflix y que tiene la capacidad de dañar tu Smart TV? Seguro que quieres saber cuál es y así poder tenerlo en cuenta para reducir al máximo la exposición a este tipo de riesgo. A continuación, te lo explicamos.
Sería lógico imaginar que todo el contenido que hay disponible en Netflix sea inocuo. ¿Quién va a pensar que algo que podamos ver en la televisión quizá acabe dañándola? Por supuesto, no es tan fácil como suena, pero sí que existe cierto riesgo a tener en cuenta.
Ojo con las chimeneas de Netflix
¿Te imaginas que por reproducir unos vídeos como los de las chimeneas que están disponibles en Netflix te vayas a exponer a este tipo de riesgo en tu pantalla? Suena a una completa locura. La realidad es que, como te vamos a explicar, sí que resultan dañinos. No obstante, no ocurre con todos los modelos de Smart TV, sino solo con aquellos que hacen uso de la tecnología OLED.
Pero como seguro que ya sabes, son decenas las televisiones OLED que se venden en España, así que podría ser que tú también tengas una de ellas. Estas pantallas se exponen al riesgo de sufrir un problema de quemado de la imagen que se puede producir con determinadas imágenes.
Son bonitas, pero peligrosas
Primero de todo, hay que decir varias cosas importantes. Para comenzar, no vas a sufrir ningún problema en tu televisión si reproduces el vídeo de la chimenea durante una tarde o una noche. Seguramente tampoco le ocurra nada a tu televisión si lo usas en dos o tres ocasiones. El peligro llega cuando abusamos de su reproducción y tenemos el vídeo de una forma casi constante en pantalla. Y esto, aunque pueda sonar un poco extraño, puede llegar a convertirse en algo habitual.
El principal motivo de ello es la tecnología de imagen que proporcionan los paneles OLED. Aunque sensibles, sus píxeles se activan de una manera en la que el brillo de la chimenea transmite un alto nivel de realismo. Eso lleva a que haya personas que se han dejado engatusar por este tipo de vídeo y que no dudan en tenerlos reproducidos de forma permanente para crear ambiente en sus instancias. Porque realmente dan la sensación de ser chimeneas auténticas, por lo que, salvo por la falta de calorcito, el ambiente con su sonido y el brillo del fuego, se crea con efectividad.
Por otra parte, hay que decir que hay muchos tipos de vídeos de chimenea y no todos están en Netflix. No obstante, el problema se da con la mayoría de ellos. En algunos casos, sobre todo si te has dado de baja de Netflix, es más habitual reproducirlos en YouTube, así que tienes que tener en cuenta que el riesgo existe de la misma manera sin importar la fuente donde hayas encontrado la chimenea.
El principal problema de la chimenea es la forma en la que concentran la mayor parte del brillo en una misma zona de la pantalla. Eso hace que los píxeles que se ocupan de su iluminación se enciendan y apaguen de manera constante y que su tasa de consumo se acelere a una gran velocidad en comparación del resto de píxeles, los cuales posiblemente estarán apagados o con muy poca luz. Eso nos llevaría a que una zona de la pantalla terminase afectada sufriendo ese quemazón de la imagen y que luego la luminosidad de la totalidad de los píxeles nunca fuera homogénea de nuevo. Dicho de otra manera, tu Smart TV se quedaría dañada y la consecuencia de ello se notaría cada vez que intentases ver una película o cualquier otro tipo de contenido.
Netflix tiene gran cantidad de vídeos de chimeneas, como los correspondientes a la sección Chimenea en tu hogar, mientras que también incluye alguna personalizada con distintas temáticas. Así, puedes encontrar incluso una chimenea inspirada en el mundo de The Witcher. No obstante, aunque son un tipo de contenido que resulta muy agradable, como indicamos, es preferible que, si tienes una Smart TV OLED, no dejes encendida la chimenea digital toda la noche. Porque, con un descuido, no se te quemará la casa, pero sí la televisión.
Para reducir el volumen de riesgo cuando sí uses la chimenea, será preferible que configures el modo Cine de tu televisión, pon el nivel del brillo en un máximo del 30% y, además, deja la televisión conectada a la luz cuando no la uses. Eso permitirá que tu panel OLED se compense y que así su funcionamiento se mantenga al más alto nivel el máximo tiempo posible.