¿Y si las medidas antipiratería que pusiera en marcha un gobierno se vuelven contra los usuarios inocentes que están pagando religiosamente por ver sus contenidos deportivos favoritos? Es algo que ya acaba de pasar y que ha generado un debate que seguro que da mucho de lo que hablar.
Como te hemos contado en los últimos días, la lucha contra la piratería está llegando a sus máximos niveles y, tanto asociaciones de defensa del copyright como gobiernos, están haciendo todo lo posible para ganar. No obstante, algunas de las medidas quizá no se estén implementando con todo el cuidado posible.
El fallo del escudo antipiratería
El concepto, si pensamos bien en ello, suena interesante. Un escudo antipiratería que pueda bloquear las señales ilegales, sobre todo en lo que se refiere a emisiones deportivas en vivo. El problema es que la teoría no les ha ido tan bien como esperaban en Italia, donde en los últimos días se ha producido un incidente que ha generado muchas críticas entre los ciudadanos.
Porque, lo que ha pasado, es que el escudo antipiratería ha fallado. Y no ha fallado dejando sin bloquear algunas de las señales ilegales, lo que hubiera sido el fallo más perdonable, sino que lo que ha ocurrido es que ha bloqueado emisiones deportivas legales. ¿Te imaginas que estás viendo un Real Madrid – Barcelona y que tu señal queda bloqueada porque ha sido confundida con una emisión de IPTV pirata? Menuda locura.
Parece que todo iba bien hasta que falló
La primera prueba de este escudo antipiratería se realizó en diciembre, momento en el que se probó de una forma reducida para ver si funcionaba bien. Las autoridades quedaron complacidas con el rendimiento del servicio y, en enero, lo implementaron de manera definitiva. A partir de ese momento, los proveedores legales de contenido deportivo estarían más tranquilos, dado que las señales de IPTV pirata que copiaban sus retransmisiones quedarían bloqueadas.
No obstante, como te indicamos, no está siendo un camino de rosas. Lo que ocurrió el pasado sábado en el inicio de los partidos de jornada liguera, fue que los proveedores de contenido legal empezaron a enviar tickets al escudo antipiratería. Y la cantidad de tickets que se recibieron fue masiva, aumentando tanto que el sistema se colapsó. Los responsables de comprobar esos tickets se vieron desbordados, la parte automatizada del sistema también dejó de funcionar a pleno rendimiento y, mientras tanto, los proveedores seguían enviando direcciones que el escudo antipiratería tendría que bloquear por ser ilegales.
En los tickets, lo que hacían los proveedores era solicitar el bloqueo de direcciones IP correspondientes a los servicios de IPTV pirata. El problema es que, entre las más de 400 direcciones IP que se solicitó bloquear, algunas pertenecían a un proveedor de contenido británico totalmente legal. No obstante, este caso parece que no pasó a mayores.
Desgraciadamente, el incidente ha continuado en los días posteriores y se ha complicado todavía más. Ha ocurrido cuando el escudo antipiratería ha bloqueado el acceso que hay desde Italia al servicio del proveedor en nube Cloud4C, así como al panel de acceso del proveedor de contenido legal Zenlayer. Distintos usuarios lo han confirmado en redes sociales, con lo que eso supone para el funcionamiento del escudo antipiratería, el cual está generando sensaciones agridulces.
Por otra parte, se habla cómo uno de los problemas con este entorno es la forma en la que las víctimas inocentes que se ven afectadas por el “fuego amigo” acaban en la oscuridad sin saber qué está pasando. Porque los gestores de servicios italianos de IPTV pirata que también venden receptores ilegales saben perfectamente cuándo el escudo ha bloqueado sus páginas, pero los propietarios de plataformas legales lo tienen más complicado. El motivo de ello es que, a estas, les cuesta descubrir que el problema en sus servidores se encuentra en que han sido marcados por el escudo.
Visto lo visto, es obvio que, hoy por hoy, Italia tiene que seguir perfeccionando la manera en la que saca partido a este escudo antipiratería y de la forma en la que bloquea contenidos ilegales. Si la herramienta se colapsa con el aumento de peticiones y estas peticiones se pueden seguir enviando con gran facilidad, puesto que esa es una de las ventajas que aplauden las operadoras y proveedores de contenido, lo más probable es que todo siga igual. Salvo que, eso sí, aumenten los recursos de los que el escudo antipiratería hace uso. La idea es ahorrar millones de euros en pérdidas a los proveedores legales del contenido, pero está claro que la situación se está complicando y que tendrán que tomar decisiones.