Cuidado con tu tarjeta SIM: pueden robar los datos de tu móvil con un solo clic

La practicidad de los teléfonos inteligentes es inmensa. Estos dispositivos llegaron a nuestras vidas para facilitarnos una gran variedad de tareas hace ya unos años. A través de estos pequeños aparatos, podemos chatear con personas de todo el mundo, realizar compras por Internet e incluso teletrabajar desde casa. Sin embargo, todos los datos que guardamos en el smartphone pueden convertirse en nuestra peor pesadilla si no tenemos cuidado con la tarjeta SIM.
Los ciberdelincuentes suelen recurrir a diferentes tipos de estafas con un mismo objetivo en mente: robar nuestros datos personales y/o bancarios para conseguir dinero. Una de las estrategias a la que más recurren es el SIM swapping, un tipo de fraude que consiste en clonar dicha tarjeta sin el consentimiento del usuario.
Con el duplicado de la SIM, los estafadores pueden hacer llamadas a bancos y utilizar códigos de verificación que se envían por SMS para fingir que son sus víctimas. Así, pueden hacerse con el dinero de las cuentas sin levantar ninguna sospecha.
Por lo general, la clonación de una SIM implicaba que el ciberdelincuente tenía que tener acceso en algún momento al chip físico. No obstante, con la llegada de las eSIM, esto ya no es necesario y las reglas del juego han cambiado. Ahora, es más fácil que nunca duplicar la tarjeta y debemos tener cuidado.

¿Cómo clonan nuestra tarjeta eSIM?
Las eSIM son la evolución de las tarjetas SIM, que se incrustan a los dispositivos y son mucho más pequeñas. Estas tienen innumerables ventajas, pero también tienen un inconveniente que incumbe a nuestra seguridad y privacidad: la facilidad de clonarlas.
En vez de con un chip, las eSIM utilizan códigos para verificar nuestra identidad. Generalmente, se realiza a través de códigos QR, que también se utiliza para muchas más cosas. Con este tipo de códigos de barras bidimensionales, se pueden ver las cartas a restaurantes, reciclar y conseguir premios, canjear puntos del supermercado, conocer la historia de un edificio turístico, etc. Nos hemos acostumbrado a escanearlos para todo y eso beneficia a los ciberdelincuentes.
Solo necesitan colocar un código QR en la calle o en un correo electrónico y animar a los usuarios a que lo escaneen con su móvil con cualquier excusa. De este modo, se harán con nuestra identidad electrónica sin que nos demos cuenta. Lo peor de todo es que, al clonar la eSIM, la tarjeta electrónica de los usuarios legales de verdad se desactiva, por lo que resulta más difícil alertar a las autoridades y al banco rápidamente.
El duplicado de eSIM, un fraude cada vez más extendido
Los analistas de una firma rusa de ciberseguridad llamada F.A.C.C.T’s han detectado «más de 100 intentos de acceso fraudulento a las cuentas personales de clientes de una sola entidad bancaria» desde otoño de 2023. Ante esta alarmante situación, los expertos recomiendan usar contraseñas únicas y complejas en cada servicio y activar siempre la verificación en dos pasos para las tarjetas eSIM. De este modo, no será suficiente escanear un código QR para acceder a los datos de tu móvil.

Además, cuando vayas a escanear un código QR, cerciórate de que la página a la que te redirige es la indicada. Cada vez son más los establecimientos que usan esta evolución a los códigos de barra convencionales. Algunos ponen el nombre del bar o una seña identificativa para garantizar a los clientes que el código es seguro. Por ese motivo, conviene prestar atención a esos detalles y no escanear cualquier pegatina que te encuentres en la mesa. Si dudas, lo ideal es preguntar a los trabajadores del local, para que informen si el código QR es suyo u otra persona lo ha puesto y no se habían dado cuenta.
Muchos teléfonos inteligentes te preguntan si realmente quieres ir a la web a la que manda el QR antes de enviarte. En ese caso, deberemos leer bien la URL y asegurarnos de que no nos dirige a ninguna página fraudulenta o de origen sospechoso. Si algo no nos cuadra, es recomendable volver hacia atrás y no seguir con la acción de escanear el código.