Vacían un cajero automático sin usar la tarjeta de crédito

Vacían un cajero automático sin usar la tarjeta de crédito

Claudio Valero

La palabra phishing ya debería sonarnos a estas alturas debido al creciente número de casos que se registran todas las semanas tanto en España como en el resto del planeta. El último y sonado está relacionado con el robo de miles de euros en un cajero de Zaragoza sin utilizar ni siquiera la tarjeta de crédito. Mediante un elaborado engaño o phishing consiguieron vaciar un cajero. Hay 8 personas detenidas y la Policía ha lanzada una alerta para que protejamos mejor nuestras cuentas bancarias.

La Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Jefatura Superior de Policía de Aragón ha detenido a ocho personas en Zaragoza. Estos son presuntos responsables de pertenecer a un grupo criminal y de cometer numerosos delitos de estafa. Las edades de los detenidos van desde los 18 hasta los 43 años.

Nueva fórmula de la estafa en cajeros

Todo se remonta al pasado 13 de noviembre cuando la responsable de la sucursal bancaria de la capital aragonesa llamó al 091 para comunicar que un hombre intentaba sacar dinero sin utilizar la tarjeta de crédito. Al ofrecerle ayuda para completar la operación, esta descubrió que el hombre intentaba acceder al dinero de la cuenta de otra persona.

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Al lugar de los hechos se presentó el Grupo Operativo de Respuesta (GOR) que confirmó que había retirado 2.490 euros el día anterior en el mismo cajero, y ese mismo día estaba intentando hacer lo mismo. Por ese motivo, se procedió a su detención. Sin embargo, la cosa no iba a quedar ahí.

Al día siguiente, otra persona de esta organización intentó sacar de nuevo dinero en el mismo cajero. Esto hizo que la Policía fuera de nuevo alertada y pudo comprobar que intentaba sacar otros 2.500 euros de la cuenta. La persona fue arrestada y eso fue el detonante para iniciar una investigación llevada a cabo por la Brigada Provincial de Policía Judicial.

Se constató que estos habían podido realizar la retirada de dinero debido a haberse apropiado de los datos de acceso a la banca online a través de técnicas de phishing. Según explica la Policía, los estafadores obtenían datos como DNI/NIE, fecha de nacimiento, clave de seguridad y un mensaje de texto con un código haciéndose pasar por empleados de las entidades bancarias.

En total, la investigación determinó que hasta 8 personas estaban implicadas en la estafa. De hecho, se descubrió a 3 personas que habían realizado hasta 500 compras online utilizando las tarjetas de crédito y los datos bancarios robados a terceros. Los 8 detenido acumulan más de 70 antecedentes y pasaron a disposición de la magistrada titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Zaragoza, que decretó su libertad con cargos.

¿Por qué 2.500 euros y no más? De acuerdo con la ley 7/2012 este es el límite establecido para el  «uso de efectivo en determinadas transacciones económicas pues la lucha contra el fraude fiscal es un motivo de interés público que prevalece sobre el efecto de las limitaciones reguladas en esta Ley». En pocas palabras, cualquier operación por encima de esta cifra debería estar controlada.

¿Me puede pasar esto a mí?

Lo cierto es que nadie está a salvo de caer en este tipo de estafas, pero existen formas para evitarlas. Hay que tener muy presente que nuestro banco no nos va a pedir ningún tipo de información personal por teléfono o por mensaje. Además, en caso de tener dudas o recibir una comunicación sospechosa, lo mejor es ponernos nosotros directamente en contacto con el banco.

Es decir, si nos llama una persona diciendo que hay problemas con nuestra cuenta y nos pide algún dato para solucionar el problema, debemos colgar inmediatamente y llamar nosotros al banco. Ahí preguntaremos si existe realmente alguna incidencia, y en caso de no existir, procederemos a comunicar el intento de estafa que hemos sufrido.

Finalmente, nunca pincharemos en enlaces de correos electrónicos ni de mensajes de texto. Cualquier cosa que necesitemos de nuestro banco la haremos nosotros directamente. Por ejemplo, si nos mandan un mensaje para consultar un recibo impagado, lo borraremos y seremos nosotros los que abramos la app del banco para ver si es cierta esta información.

Pese a que la conectividad nos facilita mucho la vida y las aplicaciones bancarias nos permiten realizar transferencias, pagos y revisar saldos, ninguna entidad bancaria nos enviará un correo electrónico solicitando un cambio de claves o información adicional por medio de canales como e-mail o mensajes de texto. Lo más cercano a esto que pueden hacer es enviarnos un mensaje a través de la aplicación señalando que tenemos una notificación importante y que debemos acercarnos a nuestra oficina o hablar con nuestro representante en el banco, si es que le conocemos.

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