Telegram se ha convertido poco a poco en la mejor y más completa aplicación de mensajería del mundo. La app permite crear también grupos con miles de miembros, así como bots de Telegram para solicitar contenido bajo demanda. Esto da pie también a que haya muchos delincuentes que lo usen con total impunidad, ya que es difícil identificar a las personas, y el cierre de canales de Telegram exige descubrir su existencia y denunciarlos ante la app.
Por ello, Telegram podría estar empezando a ser una pequeña Dark Web en sí misma, donde recordamos que esta era la app que usaba el ISIS para comunicarse debido a que nadie les cerraba los ni los grupos. Ahora, Carlos Seisdedos, de Isec Auditors, ha descubierto que también se está usando para vender DNI y pasaportes robados a miles de españoles, donde tras ver los números de DNI, contactó con los dueños de cada número para informarles de ello. Cada uno le contó a El País una historia de cómo se lo robaron, ya fuera en zonas turísticas, bares o incluso dejándolo dentro del coche. Los ladrones podrían haber revendido posteriormente las identidades a una banda que es quien se encarga de gestionar su distribución por Telegram.
«Pack de identidad nueva»: vida desde cero por 3.000 dólares
En esos canales se venden no sólo pasaportes y DNI robados en vigor, sino que también se venden falsificaciones. Lo único que hace falta es hablar con los gestores de los canales y enviarles unos cientos de euros en bitcoin. Así, el modus operandi es similar al de la Dark Web, pero siendo mucho más accesible para «clientes».
Los canales encontrados agrupan más de 40.000 seguidores, donde se han publicado más de 300.000 imágenes de documentos desde finales de 2019. Cada documento tiene un precio diferente, donde un pasaporte británico o alemán costaba 2.000 dólares, por los 1.500 de uno francés. Un «pack de identidad nueva» costaba 3.000 dólares, e incluía pasaporte, DNI, carné de conducir, y una tarjeta SIM, creados todos desde cero, y donde también podían pedirse certificados de nacimiento, tarjetas de seguridad social o diplomas.
450 euros por un pasaporte robado, y 300 euros por uno falso
El precio de los DNI variaba. Por 450 euros, se podía elegir uno real de una persona que se le pareciera, mientras que por 300 euros se podía hacer uno falso. La dirección de bitcoin que gestionaba los pagos había recibido ya 88 transacciones, con una cantidad total valorada en unos 9.000 euros. El envío usado era DHL, lo cual hace difícil conocer el origen de los delincuentes porque la empresa opera en todo el mundo y con envío bastante rápido.
Este tipo de identidades tienen utilidad limitada, ya un agente puede detectar fácilmente que un pasaporte o DNI está invalidado. Sin embargo, puede usarse para otro tipo de situaciones como compras online, pedir crédito, contratar una línea telefónica, etc. Esto puede acarrear un gran problema al propietario real de la identidad, por lo que es recomendable denunciar siempre que se pierda un documento de identidad para demostrar que alguien ha podido cometer un delito en nuestro nombre.