No uses aplicaciones para localizar a tus hijos: son un coladero de seguridad
Muchos padres se preocupan por la seguridad de sus hijos y, por ello, algunos deciden darles teléfonos móviles para tenerlos controlados más fácilmente. Con ciertas aplicaciones, es posible que a través de estos teléfonos los padres puedan localizar a sus hijos y así tener la certeza de saber dónde están a cada momento (sobre todo cuando son más pequeños). El problema es que estas aplicaciones no son nada seguras, y podrían estar recopilando mucha información tanto de tus hijos como de ti. Te contamos más sobre ello.
Estas aplicaciones son realmente útiles y cumplen su cometido, pero a costa de la seguridad de nuestra información e incluso de la de nuestros hijos. Estas pueden aprovecharse y, sin que nos demos cuenta, recopilar datos de todo tipo, lo que las convierte en muy peligrosas.
Unas apps que no respetan tu privacidad
Toda esta información procede de un estudio hecho por el equipo de Cybernews. Este ha tomado 10 aplicaciones de la Google Play Store que están diseñadas para rastrear a los más pequeños de casa con el objetivo de ver si son todo lo seguras que deben. Hay que tener en cuenta que estas apps han sido descargadas varios millones de veces, lo que quiere decir que son muchísimos los usuarios que se encuentran expuestos a sus peligros.
Para hacer el estudio, se ha utilizado Mobile Security Framework, una herramienta capaz de medir y evaluar la seguridad y la privacidad de las aplicaciones. Esta le asigna una puntuación a cada una que va desde la A, como la mejor, hasta la F, como la peor. Tomando como referencia las apps del estudio, no hay ninguna que consiguiera la máxima puntuación, recibiendo siete la B y dos de ellas una C. La peor puntuada de todas se consideró «potencialmente peligrosa». El problema de estas apps es que sus nombres van cambiando, por lo que muchas veces es complicado identificarlas correctamente.
El mayor problema puede venir dado porque los equipos de software que están detrás de estas aplicaciones no tienen los recursos necesarios para garantizar que los códigos de sus aplicaciones son lo suficientemente seguros, ya que estos podrían dar acceso a ciberdelincuentes. Según explica Karim Hijazi, CEO de la compañía de inteligencia cibernética Prevailion:
Es como hacer salchichas baratas, y no sabes qué tipo de ingredientes están entrando en ella. El problema para el usuario final es que realmente no sabes todo lo que hay en la aplicación o cuántas partes diferentes están recibiendo esta información.
Además, todas las aplicaciones que se sometieron al estudio tenían rastreadores de terceros, por lo que ambas partes, es decir, padres e hijos, no son conscientes de cómo sus datos están siendo recopilados sin permiso alguno. Estos datos pueden ser muy útiles para los terceros, ya que con ellos es posible crear perfiles comerciales para publicidad o también para monitorear la actividad de las dos partes.
Por último, todas estas guardaban en su interior claves de interfaz de programación de aplicaciones (o API). Estas se suelen utilizar con fines de autenticación, pero su almacenamiento puede ser peligroso si un ciberdelincuente consigue acceso a ellas. Algunas de estas aplicaciones tenían incluso hasta 4 de estas claves, lo que hace que sean aún mucho más peligrosas.
¿Compensa utilizarlas?
Como hemos dicho al principio de este artículo, la realidad es que estas aplicaciones cumplen perfectamente su cometido. Gracias a ellas es muy sencillo poder rastrear a nuestros hijos, pero la realidad es que puede que no compense utilizarlas. Uno debe ser consciente de que es muy complicado que estas aplicaciones que tienen acceso al rastreo tanto de los niños como de los adultos sean completamente seguras, por lo que antes de usarlas, si así lo has decidido, es conveniente buscar aquellas que sí que puedan ofrecer algo más de seguridad.
Por otro lado, algunos expertos opinan que los riesgos que hay por usar este tipo de aplicaciones no superan por demasiado a los beneficios que aporta. Las leyes de protección de datos son muy claras con lo que cualquier aplicación puede registrar, pero un usuario no puede estar seguro al 100 % de los datos que están siendo recogidos.