Los usuarios en España apenas tenemos problemas a la hora de conectarnos a Internet a través de los datos móviles dentro del territorio español. La cobertura 4G de la mayoría de operadoras llega a prácticamente todas las localidades y el 5G llega a desplegarse en las grandes ciudades. Pese a que conozcamos el alcance de la conectividad móvil en tierra, ¿qué ocurre cuando estamos en un barco? ¿En qué momento dejamos de tener cobertura en el mar? Hay un momento en el que la cobertura se reduce, pero incluso a unos kilómetros de la costa podemos seguir teniendo acceso a los datos móviles. Pero, ¿hasta dónde llega?
La cobertura móvil que llega a los teléfonos inteligentes en el mar proviene de las mismas antenas que dan cobertura en tierra. Su señal se emite de manera omnidireccional, por lo que también llega al mar hasta diferentes lugares. Pero, como todo, la distancia a la que llega la red móvil depende de la ubicación de esas antenas, de la potencia y de la orientación.
Todos estos factores incluyen en que los usuarios puedan disfrutar o no de cobertura móvil en el mar o al alejarse de la costa. Por esto mismo, al viajar en barco se puede perder la conexión con las antenas móviles. Aunque todo depende de la distancia.
Hasta 28 km: el alcance de la cobertura de las antenas
En el mar, existe la ventaja de que las señales no tienen obstáculos, por lo que su alcance en línea recta suele ser mayor que en tierra. Además, el mar facilita la propagación de varias bandas de frecuencia. Normalmente, a partir de 15 millas náuticas (unos 28 km), se pierde la recepción de cobertura. Hay que tener en cuenta también la legislación de aguas internacionales, donde las compañías de teléfono pueden restringir la señal a una distancia de 20 millas si así lo desean (37 km), evitando interferencias con repetidores de barcos o cruceros.
Sin embargo, aunque la distancia a la que llega la señal es bastante amplia, la recepción también juega un papel clave. Los móviles no superan los 2 W de potencia, limitando así la distancia a la que pueden recibir una señal. Por ello, la cobertura no suele llegarles más allá de unos pocos kilómetros.
No obstante, en el mar sigue siendo posible hacer uso de Internet. Si has hecho un crucero, normalmente habrás visto que ofrecen cobertura WiFi en los barcos, aunque a precios prohibitivos. Eso es porque los barcos utilizan conexión satélite a través de antenas colocadas en la cubierta. Aunque cada vez sus precios se han ido reduciendo, lo cierto es que aún no sale rentable pagar por Internet al viajar en barco.
¿Y contratar tu propia tarifa por satélite?
Esta también puede ser una opción, pero para disfrutar de ella necesitas dos cosas: la primera es disponer de una tarifa acorde a esta necesidad, por lo que no necesitas en modo alguno de ningún repetidor que te provea de cobertura. Las más baratas no superan los 25 euros, pero debes estar pendiente de la cantidad de datos que utilizas para no pasarte y tener menos velocidad. Es cierto que, a medida que se van desplegando más soluciones de cobertura global, como los satélites Starlink, va a ser cada vez más común tener acceso a red desde cualquier punto.
La otra cosa que necesitas es un teléfono compatible con la cobertura satelital, algo que a día de hoy sigue siendo bastante caro. Aunque smartphones como el iPhone 14 y el 15 ya empiezan a implementarlo, ofreciendo así una mayor cantidad de opciones a sus usuarios. Si quieres saber si tu móvil es compatible con conexión vía satélite, puedes consultar esta útil guía de MovilZona. En general se trata de algo que está más reservado para los que pasan mucho tiempo en el mar como los pescadores, ya que para el resto de los mortales es algo de lo que pueden prescindir.
Los barcos tienen repetidores como los de tierra
En esos barcos también es posible tener cobertura móvil. Operadores como Movistar ofrecen un servicio de cobertura marítima, donde el propio barco tiene un repetidor para ofrecer cobertura móvil con nuestro operador, a pesar de que la conexión salga del barco por vía satélite para llegar al Internet normal. Es uno de los tres tipos de coberturas especiales que ofrece la operadora azul: además de la marítima, las otras dos son cobertura satelital y cobertura aérea.
Este servicio de cobertura marítima de Movistar cuesta lo mismo que los servicios aéreos o satelitales que ofrece la compañía. El coste es bastante elevado, costando 7,13 euros el minuto (IVA incluido), con un establecimiento de llamada de 3,02 euros (IVA incluido). La facturación se realiza por segundos. Los SMS cuestan 1 euro (1,21 € IVA incl.) y los MMS 4 euros (4,84 € IVA incl.). Recibir SMS es gratis, y el coste de tráfico de datos es de 36,3 euros por MB (IVA incluido), y se factura por KB.
Como vemos, el precio es elevadísimo, pero como decíamos, dado que el espacio está llenándose de satélites gracias a empresas como Sateliot, el coste de navegar en alta mar o en los aviones se va a reducir significativamente en los próximos años conforme complete su despliegue próximamente.
Barcos con transmisores de alta frecuencia
Más allá del satélite, los barcos están equipados también para utilizar transmisiones a través de VHF (alta frecuencia), con alcances de 30 millas náuticas (55,5 km), lo cual les permite comunicarse con tierra o con otras embarcaciones cercanas. Estos sistemas de comunicación por radio son vitales, pudiendo recibir y enviar alertas relacionadas con el tiempo.
El sistema que permite que un barco nunca se quede «fuera de línea» es el Sistema Mundial de Socorro y Seguridad Marítimos (SMSSM), un sistema de comunicaciones integrado que utiliza sistemas de radiocomunicaciones terrestres y satelitales. Según el SMSSM, todos los buques de pasajeros y todos los buques de carga de más de 300 toneladas brutas en viajes internacionales deben llevar equipos de radiocomunicaciones terrestres y satelitales específicos para enviar y recibir alertas de socorro e información de seguridad marítima, así como para comunicaciones generales. Por suerte, cada vez existen más soluciones que nos permiten continuar conectados sin tener que pagar un gran precio.
Empresas especializadas
Hay empresas concretas que se dedican a comercializar soluciones de conectividad, concretamente para alta mar. Un ejemplo es Cellular At Sea, afincada en California. Esta firma ofrece un servicio de telefonía móvil para cruceros en el mar «cómodo, accesible y asequible», como indica en su web. La página te pedirá seleccionar la línea de crucero en la que embarcas, para cerciorarse de que el barco dispone de la tecnología adecuada.
Cellular At Sea no deja ver sus tarifas de primeras, sino que dependerá de si quieres hacer un uso moderado o intensivo o de si te interesa un plan para que funcione en mar y en tierra con eSIM. Además, también valoran el barco en el que estás, que puede hacer que el precio varíe. No obstante, te adelantamos que no es una opción muy barata, ya que tener Internet en el mar es todo un lujo.
Otras empresas del mismo tipo son Telenor Maritime, WMS at sea o Weconnect. Si no te convencen los servicios de Cellular At Sea, puedes echarle un vistazo a estas alternativas. Ten en cuenta que algunas de estas compañías ofrecen sus servicios directamente a las compañías de embarcaciones, para que sean estas las que puedan proveer de conexión a sus empleados, visitantes o pasajeros.
WiFi a bordo: La mejor solución
Como hemos podido comprobar, la realidad es que los avances en tecnología de los que hemos sido testigos durante los últimos años nos permiten tener cobertura incluso cuando nos encontramos en puntos recónditos en el planeta. Sin embargo, la realidad es que todavía queda un largo camino por recorrer al respecto. En el caso de que necesitemos de conexión a internet para poder compartir nuestro viaje o posición con nuestros amigos o familiares, actualmente la mejor opción continúa siendo el servicio de WiFi a bordo de los cruceros.
No solamente es recomendable en términos de velocidad y calidad de la conexión, puesto que nos encontramos con una señal mucho más estable. También resulta mucho más económico que cualquier factura inesperada que se pueda producir a consecuencia de cualquier conexión fuera de nuestras fronteras que se puede producir y que no tengamos controlada.
No obstante, no podemos dejar perder la perspectiva de que, cuando el barco se encuentre en alta mar, es probable que no siempre tengamos los niveles de cobertura e intensidad a los que estamos acostumbrados. Con independencia de que el WiFi sea de pago, es importante conocer que en ciertos puntos puede suponer un desafío que la señal llegue de manera correcta a nuestro teléfono móvil o tablet. Y, por ende, debemos tener en cuenta que es posible que nos quedemos sin señal durante algún momento determinado. Por lo que si nuestra idea es utilizar esta cobertura para continuar teletrabajando mientras viajamos, lo mejor que podemos hacer es avisar a nuestro jefe de los posibles cortes en la conexión a los que estamos expuestos para evitar más problemas de la cuenta.