El Ethernet es lo mejor que podemos usar para nuestras conexiones a Internet, ya que no se añade latencia adicional ni tenemos inestabilidad como ocurre con el WiFi. En la actualidad, la mayoría de Smart TV cuentan con un puerto 100M, mientras que en los ordenadores es normal encontrar puertos 1000M que alcanzan velocidades de hasta 1 Gbps. A pesar de ello, ya hay puertos en placas como las X570 de AMD que vienen con 2.5G, y se pueden comprar tarjetas que añaden incluso puertos 10G. Sin embargo, el nuevo y loco estándar de Ethernet permitirá tener puertos de hasta 800G.
El grupo que lleva los estándares Ethernet lleva un tiempo llamándose 25 Gigabit Ethernet Consortium a pesar de que su objetivo era crear estándares Ethernet de 25, 50 y 100 Gbps, siendo este último el más rápido disponible hasta la fecha. Ahora, el grupo ha anunciado que van a crear un estándar de 800 Gbps, y por ello también han decidido cambiar el nombre a otro más lógico que no haga referencia a ninguna velocidad y no les limite artificialmente: el Ethernet Technology Consortium.
800G: multiplicando por 8 la velocidad actual
Entre las empresas “promotoras” del consorcio se encuentran Arista, Broadcom, Cisco, Dell, Google, Mellanox y Microsoft, además de más de 40 empresas que también ofrecen apoyo para la creación de nuevos y más rápidos estándares.
Para “celebrar” el cambio de nombre, el grupo ha desvelado la especificación 1.0 del nuevo estándar 800G (800GBASE-R, u 800 Gigabit Ethernet) , utilizando para ello 8 líneas de 106,25 Gbps, aunque la arquitectura también puede soportar 16 líneas de 53,125G u otras más lentas. El estándar es una derivación del 400GbE del grupo de estándares IEEE 802.3bs, añadiendo una nueva Media Access Control (MAC) y una Physical Coding Sublayer (PCS) para conseguir alcanzar tales velocidades.
El consorcio no ha revelado cuándo llegarán los primeros productos basados en este estándar, pero como ocurre normalmente con los nuevos estándares, los primeros dispositivos serán para centros de datos o servidores por los que pasen enormes cantidades de datos, lo que puede ayudar a reducir el consumo energético y el espacio necesario, ayudando a compensar el elevado coste inicial.
Más de 100 GB/s con el nuevo estándar
En cuanto al resto de humanos, probablemente pasen años hasta que veamos un producto que podamos comprar sin arruinarnos. De momento tenemos que conformarnos con que la mayoría de placas base vienen con un puerto de 2.5G, gracias a lo cual podemos copiar archivos en red a velocidades de hasta 312,5 MB/s teóricos, ideal para enviar información entre varios SSD en red o similares. Algunas placas base de gama muy alta vienen con puertos 10G para velocidades de 1,25 GB/s, más que suficientes para entornos de red local, ya que no hay conexiones de Internet asequibles para el ciudadano medio que alcancen esa velocidad.
Incluso con los 800G hace falta tener un servidor muy potente para poder gestionar todo ese tráfico, además de múltiples unidades de almacenamiento. Estamos hablando de 100 GB/s, donde es posible saturar incluso la velocidad de la memoria RAM que alcanzan algunas configuraciones de servidores muy típicas.