Nuestros móviles son capaces de recibir y enviar multitud de señales. Pueden conectarse a las antenas de telefonía móvil, a routers por WiFi, a gadgets por Bluetooth, o incluso recibir la posición de los satélites mediante la señal GPS. La cobertura móvil deja de llegar pasadas unas decenas de kilómetros, pero una empresa ha cambiado esto creando la primera conexión directa entre un móvil y un satélite a través de redes móviles convencionales.
La empresa que lo ha conseguido es Lynk, anteriormente llamada UbiquitiLink. Su objetivo es muy claro: convertir satélites en antenas móviles en el espacio que den cobertura a todo el mundo. Y esta semana han anunciado un gran paso para conseguirlo: haber realizado una conexión 2G con un móvil Android sin modificar y un satélite que pasaba por el espacio justo por encima.
La compañía afirma que esto es la primera vez que se consigue. Empresas como SpaceX, con Starlink, lo que harán será tener un receptor en el tejado de casa que será el que reciba la señal del satélite. También hay móviles diseñados para tener conexiones vía satélite, pero operan en otras bandas distintas a las comerciales de la telefonía móvil. También son más grandes y tienen más batería, ya que comunicarse con lo satélites requiere mayor energía.
Para ello, la compañía ha desarrollado un software para sus satélites que «engaña» a los móviles para creer que los satélites que están orbitando por encima son en realidad antenas móviles normales y corrientes.
«This is a test»: el primer mensaje enviado por 2G vía satélite a un móvil
Para realizar la prueba, Lynk llevó su tercer equipo de pruebas a la Estación Espacial Internacional a bordo de un cohete Falcon 9 de SpaceX. Los astronautas unieron el equipo a una nave espacial Cygnus, y la lanzaron al espacio donde ha estado orbitando desde el 31 de enero. El 24 de febrero, enviaron el primer mensaje de texto que decía “This is a test”, aunque las primeras tres letras se cortaron. El mensaje fue recibido por un móvil en las Islas Malvinas cuando el satélite pasaba justo por encima. En este vídeo se puede ver la prueba con éxito.
El mensaje fue enviado por red 2G, y en el futuro van a realizar pruebas con redes 4G. Si la aprobación por parte de las autoridades va según lo planeado, podrían ofrecer servicio comercial incluso a finales de año. El objetivo es lanzar mini satélites de apenas 25 kg que orbitarán a 500 kilómetros de altura. Para dar servicio 2G necesitan sólo unas pocas decenas de satélites, pero para 4G, necesitan miles de satélites.
Si la compañía cumple su objetivo, conseguirán convertir cualquier móvil en un móvil satelital. Con ello, se tendría cobertura en casi cualquier parte del planeta, incluso en zonas aisladas, y sin requerir ningún hardware adicional para el móvil. Lynk asegura que no compiten contra Starlink, que requiere un receptor, ni contra los operadores de telefonía en tierra, sino que busca complementar ambos servicios cuando ninguno de los dos pueda ofrecer cobertura a sus usuarios. Por ello, afirman que lo que están haciendo es mucho más importante que la carrera del 5G.