La crisis del coronavirus tiene muchas lecturas y muchas consecuencias. Algunas de estas consecuencias no son vitales para vencer al virus, pero sí necesitan que se adopten decisiones al respecto. Ahí incluimos procesos como la resintonización de la TDT o el cierre de centrales ADSL. Todos ellos se verán afectados en mayor o medida por la cuarentena obligatoria y el confinamiento del país. Hoy conocemos que el ADSL no se va a seguir apagando durante el coronavirus ya que los técnicos están movilizados en otras tareas.
El coronavirus no entiende de plazos ni de procedimientos, obligando a suspender o posponer muchas cosas. Por ejemplo, el gobierno acordó suspender la portabilidad hasta que termine el estado de alarma para que todos los recursos de los operadores se centren en asegurar el buen funcionamiento y calidad de las redes tanto fijas como móviles. Sabemos que, mínimo hasta el 11 de abril, no podremos cambiar de operador móvil o fibra.
Todo esto se recoge en el Real Decreto-ley 8/2020, de 17 de marzo, de medidas urgentes extraordinarias para hacer frente al impacto económico y social del COVID-19. En el artículo 20 explica que “Con este mismo fin, mientras esté en vigor el estado de alarma, se suspenderán todas las operaciones de portabilidad de numeración fija y móvil que no estén en curso, excepto en casos excepcionales de fuerza mayor”.
No se van a seguir cerrando centrales ADSL
Además, el artículo 18 habla de:
“Excepcionalmente, mientras esté en vigor el estado de alarma, las empresas proveedoras de servicios de comunicaciones electrónicas mantendrán la prestación de los servicios de comunicaciones electrónicas disponibles al público contratados por sus clientes a fecha del inicio de la aplicación del estado de alarma, de forma que no podrán suspenderlos o interrumpirlos por motivos distintos a los de integridad y seguridad de las redes y de los servicios de comunicaciones electrónicas, según se define en el artículo 44 de la Ley 9/2014, de 9 de mayo, General de Telecomunicaciones, aunque conste dicha posibilidad en los contratos de servicios suscritos por los consumidores”.
Todos los recursos de los operadores están al servicio del mantenimiento de las redes. En el caso de Telefónica, dueña de las centrales ADSL, ha despriorizado el apagado de cobre. Entre todos los operadores se han movilizado cerca de 18.000 personas, entre técnicos y profesionales de las distintas áreas, para el cuidado y mantenimiento de las redes.
Además de destinar los recursos al mantenimiento de las redes, el apagado de centrales chocaría con ese Real Decreto (o podría hacerlo) en el supuesto de “no podrán suspenderlos o interrumpirlos” en relación con los servicios de telecomunicaciones. Está claro que se trata de un proceso pautado que no deja a nadie sin Internet, pero no es el momento de centrarse en esa tarea ahora mismo.