Ha llegado el momento. Y lo tienes casi decidido. Vas a comprar un ventilador para instalarlo en el techo de tu habitación y que así puedas comenzar a dormir como si estuvieras en el paraíso. Pero te preocupa el consumo y eso es algo que tienes que saber antes de llevar a cabo la compra. ¿Cuánto gastan los ventiladores de techo? ¿Más o menos que el resto de ventiladores?
Los ventiladores de techo están considerados como una de las mejores opciones para refrescar la casa, en algunos casos como un elemento de uso tan interesante como el del aire acondicionado. Aunque no enfría al nivel que lo hacen estos equipos, sí ayudan a bajar la temperatura de la habitación de una forma mucho más intensa que la que te proporciona un ventilador de torre más tradicional. Pero quizá, por eso, puedas creer que su nivel de consumo es superior. ¿Es así?
Descubriendo el consumo
Tal y como te explicamos luego en mayor profundidad, los ventiladores de techo tienen un nivel de consumo que varía dependiendo de distintos factores. Pero, si hablamos de datos generales, sí que nos encontramos con una realidad importante: son más eficientes energéticamente que los ventiladores clásicos y también que los equipos de aire acondicionado. Esto significa que gastarás menos luz, tendrás una sensación agradable en el ambiente y evitarás afectar al medio ambiente al nivel que lo harías usando el aire acondicionado.
Si hablamos de cifras, un ventilador de techo, dependiendo de características y circunstancias, podrá consumir entre 15 y 90 vatios de energía. En comparación a esto, con un ventilador más tradicional, como los de torre, el consumo podría llegar incluso a los 100 vatios. Por supuesto, en todos los casos el consumo del aire acondicionado es muy superior, puesto que puede alcanzar cifras de hasta 5000 vatios. Imagina la diferencia que puede suponer si tienes el aire acondicionado encendido la mayor parte del día o incluso la noche… ¡el consumo se puede disparar!
No obstante, para que te quedes más tranquilo, podemos calcular el consumo del ventilador de techo con unas operaciones muy sencillas. Primero, transforma los vatios a kilovatios por hora. Para ello, ponemos un consumo de 70 vatios y lo dividimos por 1.000. Eso nos dará un resultado de 0.07 KWh, que serán los kilovatios que consumirá el ventilador. Ahora contabilicemos que el kilovatio podría estar a un coste de 0,38 euros cada hora. Por lo tanto, si tuvieras el ventilador de techo enchufado 8 horas, pagarías al día 0,0266 euros. A partir de ahí ya puedes multiplicarlo por 30 para saber lo que gastarías en un mes. Como puedes ver, el consumo realmente no es elevado. Pero recuerda que es conveniente que, un ventilador de techo, no lo tengas encendido si no estás en la habitación, ya que no te aportará ningún beneficio.
Como puedes comprobar, el nivel de consumo que supone un ventilador de techo es realmente reducido en comparación a otros tipos de ventiladores, a los aires acondicionados portátiles o las máquinas de enfriamiento que tan de moda se han puesto en los últimos años. Por ello, si quieres mantener la factura de la luz bajo control de una manera extrema, no va a ser realmente necesario que prescindas del ventilador. El impacto que va a tener en tu factura no es tan elevado como pudieras haber imaginado. Lo que sí es importante valorar es que puedas tener varios ventiladores de techo en la casa, como en el salón o las habitaciones de los niños. En ese caso, si estuvieran encendidos muchas horas, sí que habría que multiplicar el consumo para que luego no nos llevemos una sorpresa. Pero, incluso con varias unidades, puedes ver que el gasto es reducido.
Tienes que saber usarlo
El secreto del ventilador de techo, así como de cualquier otro ventilador, se encuentra en cómo lo utilices. Obviamente, también influye el modelo del que dispongas, dado que hay equipos que no están dotados de una eficacia elevada y consumirán mucho más de lo que lo hacen los aparatos más modernos. Pero, para empezar, es necesario que tengas en cuenta la mejor forma de usarlo.
Piensa que un ventilador de techo no es un aire acondicionado, por lo que su uso no tiene el objetivo de reducir la temperatura. En lugar de ello, está pensado para que refresque la estancia. Su misión es lograr que la sensación térmica sea más agradable y que los cuerpos de las personas que están en la habitación se sientan mejor. Esto es algo que consiguen por medio de dos funciones: evaporación y convección. O, dicho de otro modo, la forma en la que el ventilador influye en tu piel ayuda a que te sientas más fresco y aliviado sin que los grados de la habitación se reduzcan.
Dicho esto, es recomendable que, si tienes la oportunidad, combines el ventilador de techo con el aire acondicionado, al menos durante el periodo de tiempo en el que haga más calor en casa. Por otra parte, también tienes que saber que no necesitas encender el ventilador en su máximo nivel de velocidad. Los expertos indican que es mejor usar el nivel medio, ya que acaba siendo una manera más eficaz en relación consumo-sensación. Esto significa que si pones la máxima velocidad acabarás gastando más dinero en energía y tampoco llegarás a sentir una sensación mucho más agradable, por lo que no merecerá la pena.
¿Cómo elegir?
Cuando estés revisando modelos, no te tienes que fijar únicamente en si cuenta con una potencia u otra. Esto es importante, por supuesto, pero no acaba siendo el único factor relevante. Los vatios de consumo serán imprescindibles para que sepas qué tipo de ventilador estás comprando, pero también te tienes que fijar en los niveles de velocidad disponibles.
Un modelo que tenga pocos niveles te aportará muy poca flexibilidad en términos de consumo y de búsqueda de una sensación agradable. Como poco, deberías elegir uno que tuviera tres opciones distintas, aunque cada vez los modelos de techo están presentándose con más y más modos de uso. Lo más habitual, al margen de los tres niveles principales, es que haya un cuarto que sea para emitir un menor nivel de ruido. Eso te ayudará a descansar mejor, a la vista especialmente de que este tipo de ventilador seguro que te lo pones en la habitación para dormir.
Cada vez existen más opciones disponibles, con todo tipo de diseños, e incluso las aspas escondidas, lo que permite compatibilizar estilo y usabilidad. De hecho, los diseños más novedosos y discretos suelen ser los que mejor ahorro nos permiten obtener, por tratarse a la vez de los más modernos. Con una gran variedad de velocidades y usos, en algunos casos nos permiten olvidarnos de las máquinas de frío.
Otro factor que debes tener en cuenta es el tamaño de las aspas. Cuanto más grandes sean, mejor. El tamaño de las aspas ayuda a que la eficacia del ventilador aumente. Por ello, aunque te encuentres con un ventilador de techo que tiene las aspas de un diseño muy atractivo, si son pequeñas, no deberías comprarlo. Si tienes dudas, puedes fijarte en las características del ventilador y comprobar si tiene reflejada su información de eficacia del flujo de aire. Teniendo todo eso en cuenta, seguro que llegas a elegir el mejor ventilador de techo posible.
