Javier Hidalgo y Rosauro Varó, ex dueños de Pepephone pierden 12 millones con Telefónica
Javier Hidalgo, CEO de Globalia y Rosauro Varó, empresario, decidieron invetir 40 millones de euros en Telefónica después de haber vendido Pepephone a MásMóvil. La evolución de las acciones en los últimos tres años les ha provocado unas pérdidas cercanas al 30%, en el caso que ejecutaran la venta de los títulos claro.
En septiembre de 2016 el Grupo MásMóvil confirmó una operación que se venía rumoreando desde hacía bastante tiempo. La operadora de los lunares iba a dejar de ser independiente para formar parte del conglomerado liderado por Meinrad Spenger. Más de 150 millones de euros por una compañía que solo tenía 22 empleados, pilotados por Pedro Serrahíma, (ahora en Telefónica) y que tenía un EBITDA de 13 millones de euros con algo más de 500.000 clientes. Un negocio redondo en un momento en el cual el sector de las telecomunicaciones no estaba tan denostado como en la actualidad.
Inversión de 40 millones en 5 millones de acciones
Tal como publicó ADSLZone, ambos empresarios compraron 5 millones de acciones de Telefónica a 8 euros por título y precisamente cuando nos enteramos, las acciones habían subido un 20% coincidiendo con la presentación mundial de Aura en Barcelona. En marzo de 2017 «las matildes» cotizaban por encima de 10 euros y el asistente de voz de la operadora prometía revolucionar el sector con la llamada cuarta plataforma. La cruda realidad es que desde ese momento la operadora se ha dejado un 45% y las acciones acaban de perforar con fuerza los 6€ por acción situando la capitalización de la operadora por debajo de los 30.000 millones de euros.
¿Qué está sucediendo en los mercados?
La propagación del coronavirus por Europa y por América Latina está desatando una oleada de ventas que ha provocado que las bolsas caigan a plomo en los últimos días. Por ponerlo en contexto, desde el 12 de febrero gigantes como Apple han perdido un 12% de capitalización o Amazon un 10%. En el caso de Telefónica, la operadora ha vivido una de sus peores semanas perdiendo en una semana algo más de un 12% y situando el valor en mínimos históricos desde 1996. Los resultados y las proyecciones no gustaron a los mercados, tampoco están gustando las perspectivas de crecimiento de España con las medidas que plantea el Gobierno, todo ello sumado a que el sector de las telecomunicaciones vive un momento muy complicado con los ingresos en caída libre por la brutal competencia de las operadoras low cost.