Aunque ha mejorado mucho en los últimos años, tanto en autonomía como en la velocidad a la que se cargan, las baterías de los teléfonos móviles siguen siendo su principal talón de Aquiles, ya que obligan a cargar el smartphone cada día y cada vez lo usamos para más cosas. Sin embargo, una nueva innovación tecnológica podría resolver este problema de forma segura y hacernos que no tengamos que cargar nunca más el móvil.
Una empresa china llamada Betavolt Technology desarrolla pequeñas baterías de radionúclidos con las que los smartphones nunca tendrían que recargar su batería. Aseguran que los riesgos de las baterías de radionúclidos son bajos y el móvil podría durar décadas con la carga inicial.
Móviles con batería nuclear
Una empresa china quiere poder fabricar baterías de radionúclidos o radioisótopos con las que, por ejemplo, los smartphones no tengan que volver a cargarse nunca jamás. Por supuesto, más allá del impacto del nombre batería nuclear, los riesgos de esa tecnología también deberían ser bajos en el nuevo desarrollo.
Las baterías de este tipo utilizan la energía liberada durante la desintegración radiactiva para generar electricidad. Son generalmente conocidas por los viajes espaciales, donde alimentan los componentes de sondas que están demasiado lejos del sol para seguir funcionando con células solares. También este tipo de fuente de energía ya se utiliza en dispositivos terrestres que deben funcionar durante mucho tiempo sin cambiar la batería, como por ejemplo en los marcapasos.
Sin embargo, los sistemas disponibles hasta ahora no eran aptos para un uso masivo, como por ejemplo las baterías para teléfonos móviles. O eran demasiado grandes o no proporcionaban suficiente potencia. Sobre todo, los materiales radiactivos utilizados, como el plutonio, eran sencillamente demasiado peligrosos.
¿Cuánto dura sin recargar?
La gran ventaja de este tipo de energía es precisamente que no haría falta preocuparse por recargar nuestro teléfono móvil, ya que la gran ventaja de la batería nuclear es que puede proporcionar electricidad durante hasta 50 años. También funciona de forma fiable en rangos de temperatura de -60 a 120 grados Celsius, lo cual haría más efectivo el sistema y menos frágil a las inclemencias del tiempo, como pasa ahora con las baterías de litio.
Según Betavolt Technology, la empresa china a cargo de estos prototipos, del sistema no se escapa ninguna radiación, por lo que también podría utilizarse en implantes médicos. Y cuando el níquel-63 que contiene se descompone, se convierte en cobre, por lo que no hay productos químicos tóxicos.
La pieza central es una capa de diamante artificial de sólo 10 micrómetros de espesor, que sirve como capa semiconductora. La estructura cristalina genera electricidad a partir de la energía liberada por un isótopo de níquel en descomposición. Según el fabricante, la batería ya puede satisfacer las necesidades de energía de aplicaciones de larga duración como la aeroespacial, dispositivos médicos, sistemas microelectromecánicos (MEMS), sensores avanzados, pequeños drones y microrobots.