Qué es un SAI y por qué deberías tener uno para proteger tu PC

Qué es un SAI y por qué deberías tener uno para proteger tu PC

Rocío GR

Puede que tengas uno o te hayan recomendado comprártelo pero, ¿qué es un SAI y para qué sirve? Aunque su uso mayoritariamente puede aplicarse a industrias o empresas, también son una buena idea a nivel doméstico y aquí te explicamos por qué deberías tener uno, qué tipos hay y qué ventajas tiene el uso de un SAI.

Si vives en una casa en la que habitualmente se va la luz o si vives en una casa en la que hay picos de tensión que hacen que tu ordenador se desconecte de forma repentina, con los riesgos que eso conlleva. En estos casos es buena idea el uso de un SAI y te vamos a explicar cuáles son sus ventajas o sus funciones.

Qué es un SAI

SAI significa Sistema de Alimentación Ininterrumpida. Como su propio nombre indica, es un aparato o dispositivo que tiene como misión proporcionar corriente en caso de que haya un corte o haya un problema eléctrico. Si vives en una zona en la que son comunes los apagones, por ejemplo. Proporciona energía a los aparatos durante un tiempo limitado mientras dura el apagón o evita que se apaguen continuamente en caso de que haya un fallo. Esto permitiría evitar averías en los aparatos al desconectarse repentinamente, entre otras muchas ventajas.

También podemos ver estos sistemas de alimentación ininterrumpida mencionados como UPS por sus siglas en inglés (uninterruptible power supply) y hay muchos tipos de ellos que veremos en próximos párrafos. Cada tipo cubre unas necesidades concretas o tienen misiones específicas según los fallos que haya en el suministro eléctrico: si es una caída de tensión o son picos de corriente o si es una sobretensión prolongada o si es infratensión. Dependiendo de los fallos que tengas tendremos que apostar por un tipo u otro para evitar el error en los aparatos.

Cómo funciona

Puede que pienses que un SAI solo tiene sentido a nivel de una oficina o de una empresa en la que queremos evitar errores o apagados repentinos pero lo cierto es que es un aparato excelente también para tener en casa si queremos proteger nuestros equipos. Es muy fácil utilizar un SAI porque solo debemos conectarnos a la corriente y a los diferentes equipos.

Funciona con una batería que es capaz de alimentar lo que tenemos conectado cuando haya un problema con la luz. Si se va la luz, el SAI comienza a funcionar gracias a que es capaz de detectar, a través de un relé, cuando sucede esto. El resto del tiempo lo tenemos conectado a la corriente pero está en standby hasta que hace falta. De esta forma, se convierte la corriente alterna de entrada en corriente continua y la utiliza para cargar una batería interna.

Los dispositivos conectados al SAI, como un ordenador o un servidor, reciben energía eléctrica del SAI en vez de la toma de pared. Si hay un corte de energía eléctrica, el SAI detecta el problema y cambia inmediatamente a alimentar los dispositivos desde la batería interna. Algunos SAI también incluyen características adicionales, como la regulación de voltaje, para proteger los dispositivos conectados de fluctuaciones de voltaje o sobretensiones en la fuente de alimentación.

Tipos de SAI

Existen varios tipos de SAI, cada uno con sus propias características y aplicaciones.

SAI Off-Line

Hay varios tipos aunque el más básico es el modelo standby. Como su propio nombre indica, el aparato está en standby y cuando se va la luz o hay un pico de tensión, el relé da el aviso. El relé del SAI hace que la corriente pase por la batería del dispositivo que produce corriente continua y la convierte en corriente alterna.

Este tipo de SAI se utiliza habitualmente para proteger equipos informáticos personales o pequeñas redes de ordenadores. Cuando la fuente de alimentación principal se interrumpe, el SAI utiliza su batería interna para alimentar los dispositivos conectados.

Son económicos y adecuados para proteger equipos informáticos personales o pequeñas redes de ordenadores. Además, son fáciles de instalar y no requieren un mantenimiento complicado. Sin embargo, el tiempo de transferencia (el tiempo que tarda el SAI en cambiar de la alimentación principal a la batería interna) es relativamente largo y puede causar una interrupción en el suministro eléctrico. Además, no ofrecen una protección total contra sobretensiones y fluctuaciones de voltaje.

offline RAI

SAI Line Interactive

El segundo modelo es el SAI Line Interactive que cuenta con un autotransformador encargado de regular los voltajes. Suele ser el más habitual en oficinas y hogares y los habituales que utilizamos con un ordenador. Cuenta con un filtro capaz de estabilizar los picos, controlar y corregir las fluctuaciones de energía.

Este tipo de SAI también se utiliza para proteger equipos informáticos personales o pequeñas redes de ordenadores, pero incluye características adicionales, como la regulación automática de voltaje para proteger los dispositivos conectados. Además, son menos costosos que los SAI en Línea. No obstante, el tiempo de transferencia puede ser un problema. Asimismo, no proporcionan una protección completa contra cortes de energía prolongados.

Interactivo

SAI online

Por último, otro tipo de SAI es el online y el más avanzado. Están pensados para uso industrial y lo que hace es convertir toda la energía en corriente continua para volver a convertirla en corriente alterna y conseguir que la señal que sale del aparato sea idónea en cualquier caso y durante todo el tiempo. Es el que más nos protege porque no solo nos protege en caso de picos de tensión sino también de cortocircuitos o si hay bajada de tensión. Nos protegen mucho más y esto hace que estén pensados para entornos industriales donde hay muchos equipos que deben funcionar bien.

Los dispositivos conectados reciben energía eléctrica del SAI en todo momento, y la energía de la fuente de alimentación principal se utiliza para cargar las baterías internas del SAI. Es beneficioso elegir este tipo porque tienen un tiempo de transferencia extremadamente corto, lo que significa que no habrá interrupción en el suministro eléctrico.

Sin embargo, es otro de los más costosos de SAI y requieren mantenimiento y supervisión más cuidadosos.

online

SAI de Doble Conversión

Este tipo de SAI se utiliza para proteger sistemas críticos y es similar al SAI en Línea, pero utiliza un proceso de doble conversión para proporcionar una alimentación eléctrica más estable y confiable. Ofrecen la protección eléctrica más estable y confiable. Son ideales para proteger sistemas críticos que requieren una energía eléctrica de alta calidad.

Sin embargo, también son los más costosos de los cuatro tipos de SAI y requieren un mantenimiento y supervisión más cuidadosos. Además, la eficiencia energética puede ser menor que otros tipos de SAI.

Limitaciones e inconvenientes

Aunque los Sistemas de Alimentación Ininterrumpida ofrecen una protección valiosa contra interrupciones eléctricas, también tienen algunas limitaciones importantes.

Por ejemplo, incluso los SAI más avanzados tienen una duración limitada de la batería, que varía según el tipo de SAI y la carga de los dispositivos conectados. Si la interrupción eléctrica dura más tiempo de lo que puede proporcionar la batería del SAI, los dispositivos conectados se quedarán sin energía. Además, la batería del SAI debe reemplazarse periódicamente, generalmente cada 3-5 años, y el proceso de reemplazo puede ser costoso y complicado. Y hay que tener en cuenta que las baterías requieren un mantenimiento cuidadoso para garantizar la durabilidad y eficacia.

Algunos SAI pueden generar ruido y calor durante el funcionamiento, lo que puede ser un problema en entornos de oficina o en casa. Incluso, si los dispositivos conectados al SAI superan la capacidad del SAI, pueden producirse daños en los dispositivos o en el propio sistema de alimentación.

Por supuesto, como con cualquier dispositivo electrónico, estos dispositivos pueden experimentar fallos de hardware que pueden resultar en una interrupción de energía o en la incapacidad del SAI para proteger los dispositivos conectados. Así que es importante comprender las limitaciones al seleccionar y utilizar uno para proteger los dispositivos electrónicos y sistemas críticos.

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