Un SAI es, a grandes rasgos, un Sistema de Alimentación Ininterrumpida que almacenan energía para que, si sufres un apagón, sigas teniendo luz. Puede que tengas uno o te hayan recomendado comprártelo y no sepas muy bien qué es, cuáles son las utilidades que tiene o cómo puedes emplearlo. Aunque su uso mayoritariamente puede aplicarse a industrias o empresas, también son una buena idea a nivel doméstico. Aquí te explicamos por qué deberías tener uno, qué tipos hay y qué ventajas tiene el uso de un SAI.
Si vives en una pueblo en el que habitualmente se va la luz o, normalmente, experimentas en tu casa picos de tensión que hacen que tu ordenador se desconecte de forma repentina, con los riesgos que eso conlleva… posiblemente te interese hacerte con un SAI. El uso de este elemento no es muy común en los domicilios de particulares, pero puede ser extremadamente útil si la electricidad se corta cada poco tiempo y no hay ninguna otra solución. Por si te planteas adquirir un SAI o tienes uno y quieres sacarle provecho en los apagones, te dejamos una guía sobre su uso, en la que explicaremos todas sus ventajas y su funcionamiento.
¿Qué es un SAI?
Como ya hemos mencionado unas líneas más arriba, las siglas SAI hacen referencia a Sistema de Alimentación Ininterrumpida. Es posible que nunca hayas oído hablar de este término, pero sí del UPS (Uninterruptable Power Supply). Debes saber que es lo mismo y no hay ninguna diferencia: es el mismo concepto solo que en otro idioma. El nombre ya da pistas de lo que significa un SAI, pero, por si no llegas a intuirlo, se trata de un dispositivo que tiene como misión proporcionar corriente en caso de que haya un corte o haya un problema eléctrico.
Si vives en una zona en la que son comunes los apagones, por ejemplo, puede ser especialmente necesario. En España, muy pocas veces deberíamos hacer uso de estos aparatos, pero sí pueden ser más habituales en países con conflictos bélicos y constantes bombardeos, como Ucrania o Gaza, o en territorios con falta de inversión y mantenimiento en la infraestructura eléctrica, como Cuba o Venezuela. Eso no significa que no haya españoles que tengan un SAI en sus casas o para sus autocaravanas o vehículo camper. Con este producto, los usuarios pueden proporcionar energía al resto de aparatos durante un tiempo limitado mientras dura el apagón o evita que se apaguen continuamente en caso de que haya un fallo. Esto permitiría evitar averías en los aparatos al desconectarse repentinamente, entre otras muchas ventajas.
Hay muchos tipos de UPS que veremos más adelante, en próximos párrafos. Cada modelo cubre unas necesidades concretas o tienen misiones específicas según los fallos que haya en el suministro eléctrico. Si es una caída de tensión o son picos de corriente o si es una sobretensión prolongada o si es infratensión. Dependiendo de los fallos que tengas tendremos que apostar por un tipo u otro para evitar el error en los aparatos.
¿Cómo funciona el SAI?
Puede que pienses que un SAI solo tiene sentido a nivel de una oficina o de una empresa en la que queremos evitar errores o apagados repentinos. Pero lo cierto es que es un aparato excelente también para tener en casa si queremos proteger nuestros equipos. Es muy fácil utilizar un SAI porque solo debemos conectarnos a la corriente y a los diferentes equipos.
Funciona con una batería que es capaz de alimentar lo que tenemos conectado cuando haya un problema con la luz. Si se va la luz, el SAI comienza a funcionar gracias a que es capaz de detectar, a través de un relé, cuando sucede esto. El resto del tiempo lo tenemos conectado a la corriente, pero está en standby hasta que hace falta. De esta forma, se convierte la corriente alterna de entrada en corriente continua y la utiliza para cargar una batería interna.
Los dispositivos conectados al SAI, como un ordenador o un servidor, reciben energía eléctrica de dicho aparato en vez de la toma de pared. Si hay un corte de energía eléctrica, el SAI detecta el problema y cambia inmediatamente a alimentar los dispositivos desde la batería interna. Algunos UPS también incluyen características adicionales, como la regulación de voltaje, para proteger los dispositivos conectados de fluctuaciones de voltaje o sobretensiones en la fuente de alimentación.
Tipos de SAI
Si tienes pensado hacerte con un SAI, es importante valorar qué tipo te conviene. Además, si ya dispones de uno en casa, podría interesarte conocer qué particularidades tiene para sacarle el máximo provecho. Como ya te adelantábamos al principio de este post, hay varios tipos de UPS, cada uno con sus propias características y aplicaciones.
SAI Off-Line
Hay varios tipos, aunque el más básico es el modelo standby. Como su propio nombre indica, el aparato está en standby y cuando se va la luz o hay un pico de tensión, el relé da el aviso. El relé del SAI hace que la corriente pase por la batería del dispositivo que produce corriente continua y la convierte en corriente alterna.
Este tipo de SAI se utiliza habitualmente para proteger equipos informáticos personales o pequeñas redes de ordenadores. Cuando la fuente de alimentación principal se interrumpe, el SAI utiliza su batería interna para alimentar los dispositivos conectados.
Son económicos y adecuados para proteger equipos informáticos personales o pequeñas redes de ordenadores. Además, son fáciles de instalar y no requieren un mantenimiento complicado. Sin embargo, el tiempo de transferencia (el tiempo que tarda el SAI en cambiar de la alimentación principal a la batería interna) es relativamente largo y puede causar una interrupción en el suministro eléctrico. Además, no ofrecen una protección total contra sobretensiones y fluctuaciones de voltaje.
SAI Line Interactive
El segundo modelo es el SAI Line Interactive que cuenta con un autotransformador encargado de regular los voltajes. Suele ser el más habitual en oficinas y hogares y los habituales que utilizamos con un ordenador. Cuenta con un filtro capaz de estabilizar los picos, controlar y corregir las fluctuaciones de energía.
Este tipo de SAI también se utiliza para proteger equipos informáticos personales o pequeñas redes de ordenadores, pero incluye características adicionales, como la regulación automática de voltaje para proteger los dispositivos conectados. Además, son menos costosos que los SAI en Línea. No obstante, el tiempo de transferencia puede ser un problema. Asimismo, no proporcionan una protección completa contra cortes de energía prolongados.
SAI online
Por último, otro tipo de SAI es el online y el más avanzado. Están pensados para uso industrial y lo que hace es convertir toda la energía en corriente continua para volver a convertirla en corriente alterna y conseguir que la señal que sale del aparato sea idónea en cualquier caso y durante todo el tiempo. Es el que más nos protege porque no solo nos protege en caso de picos de tensión, sino también de cortocircuitos o si hay bajada de tensión. Nos protegen mucho más y esto hace que estén pensados para entornos industriales donde hay muchos equipos que deben funcionar bien.
Los dispositivos conectados reciben energía eléctrica del SAI en todo momento, y la energía de la fuente de alimentación principal se utiliza para cargar las baterías internas del SAI. Es beneficioso elegir este tipo porque tienen un tiempo de transferencia extremadamente corto, lo que significa que no habrá interrupción en el suministro eléctrico.
Sin embargo, es otro de los más costosos de SAI y requieren mantenimiento y supervisión más cuidadosos.
SAI de Doble Conversión
Este tipo de SAI se utiliza para proteger sistemas críticos y es similar al SAI en Línea, pero utiliza un proceso de doble conversión para proporcionar una alimentación eléctrica más estable y confiable. Ofrecen la protección eléctrica más estable y confiable. Son ideales para proteger sistemas críticos que requieren una energía eléctrica de alta calidad.
Sin embargo, también son los más costosos de los cuatro tipos de SAI y requieren un mantenimiento y supervisión más cuidadosos. Además, la eficiencia energética puede ser menor que otros tipos de SAI.
Limitaciones e inconvenientes
Aunque los Sistemas de Alimentación Ininterrumpida ofrecen una protección valiosa contra interrupciones eléctricas, también tienen algunas limitaciones importantes.
Por ejemplo, incluso los SAI más avanzados tienen una duración limitada de la batería, que varía según el tipo de SAI y la carga de los dispositivos conectados. Si la interrupción eléctrica dura más tiempo de lo que puede proporcionar la batería del SAI, los dispositivos conectados se quedarán sin energía. Además, la batería del SAI debe reemplazarse periódicamente, generalmente cada 3-5 años, y el proceso de reemplazo puede ser costoso y complicado. Y hay que tener en cuenta que las baterías requieren un mantenimiento cuidadoso para garantizar la durabilidad y eficacia.
Algunos SAI pueden generar ruido y calor durante el funcionamiento, lo que puede ser un problema en entornos de oficina o en casa. Incluso, si los dispositivos conectados al SAI superan la capacidad del SAI, pueden producirse daños en los dispositivos o en el propio sistema de alimentación.
Por supuesto, como con cualquier dispositivo electrónico, estos dispositivos pueden experimentar fallos de hardware que pueden resultar en una interrupción de energía o en la incapacidad del SAI para proteger los dispositivos conectados. Así que es importante comprender las limitaciones al seleccionar y utilizar uno para proteger los dispositivos electrónicos y sistemas críticos.