El temor entre las empresas de la industria cultural a la subida del IVA el próximo 1 de septiembre es máximo por la reducción en el consumo de sus productos. Por ello han pedido al Gobierno una moratoria en la aplicación de esta medida.
La industria cultural española ha vuelto a cargar contra la inminente subida de los impuestos indirectos al consumo aprobada por el Gobierno de Mariano Rajoy. Mientras que hasta el 31 de agosto sus productos estarán gravados al 8%, a partir del día siguiente pasarán a incrementar su IVA hasta el 21%. La idea del Ejecutivo pasa por la recaudación de mayores cantidades para las arcas del Estado, aunque las empresas del sector se unen al clamor que afirma que el efecto que tendrá la subida será el contrario porque se reducirá el consumo.
La propia SGAE criticó hace un mes la medida, señalando que el incremento en los precios serviría para impulsar la «piratería» entre otros efectos directos. En esta ocasión ha sido un amplio grupo formado por 4.000 empresas de la industria cultural y del entretenimiento el que ha solicitado al presidente del Gobierno una moratoria para que esta subida de impuestos indirectos no se haga realidad el próximo sábado.
«La decisión de su Gobierno dificulta aún más el acceso de los ciudadanos a la cultura, pone en serio peligro a la industria cultural y sitúa a España a mucha distancia del IVA reducido que aplican todos los países de la eurozona para los espectáculos culturales», indica la misiva. En un futuro que han calificado como «escalofriante» las compañías aseguran que se producirá una «pérdida de 43 millones de espectadores, reducción de 530 millones de euros en los ingresos de taquillas, pérdida de 4.500 puestos de trabajos directos y cierre del 20% de las empresas de la industria cultural».
El sector critica que la «medida supone un desprecio a la cultura y a su valor en el desarrollo personal y en el logro de la cohesión social y que alejará a España de los países más desarrollados». Además, pone el ejemplo de Holanda y Portugal, que se vieron forzados recientemente a rectificar la subida del IVA cultural «dados los nefastos resultados que produjo el incremento».
Aunque la postura de la Unión de Asociaciones Empresariales de la Industria Cultural Española puede ser entendible porque es de esperar un frenazo en seco en el consumo de sus productos, han de tener en cuenta que para evitar un hundimiento mayor han de apresurarse a cambiar su modelo de negocio y adaptarlo a Internet. Algunos ejemplos ya han marcado el camino a seguir, por lo que deben de tenerse en cuenta en lugar de ser boicoteados. Hacer hincapié en una reducción de sus precios es fundamental para asegurar la supervivencia de un sector acostumbrado a las críticas a terceros pero poco dado a mirar la viga en el ojo propio.