Durante el viaje al E3 celebrado en los Angeles tuvimos la oportunidad de probar el servicio WiFi que proporciona la compañía aérea US Airways dentro de Estados Unidos. Admitimos que teníamos serias dudas sobre el funcionamiento pero debemos reconocer que se trata de un servicio que merece la pena pagar por él.
Durante el trayecto Charlotte-Los Angeles tuvimos cerca de 5 horas para probar el servicio WiFi y la verdad que nos sorprendió bastante. La conexión funcionó en todo momento con una velocidad aceptable y no tuvimos ningún corte hasta que el avión comenzó el descenso.
Precio
El coste del servicio oscila entre 6 dólares y 13 dólares en función del tiempo de conexión, en nuestro caso elegimos la modalidad de 24 horas para probar de forma intensiva el servicio. Se puede pagar con tarjeta de crédito directamente desde la página de GoGo, nombre del proveedor que ofrece la conexión satelital.
Disponibilidad
Toda la flota de aviones A321 cuenta con WiFi dentro de Estados Unidos. Eso sí, solo se puede conectar cuando el avión alcanza una altura de 10.000 pies.
Sobre la infraestructura
Cada avión está equipado con tres puntos de acceso que porporcionan cobertura inalámbrica a la zona «envoy», lo que conocemos como primera clase, la zona media y la parte final de la aeronave. A nivel de capacidad la aerolínea confirma que no hay limitaciones y en realidad pudimos comprobar que había más de 80 pasajeros conectados de forma simultánea con sus tablets, portátiles y teléfonos móviles en modo avión.
Velocidad
Según las pruebas que realizamos, cada pasajero puede navegar a una velocidad de entre 400 y 700 Kbps. A continuación os mostramos un test de velocidad contra España pero localmente los resultados fueron mucho mejores. Otro factor a tener en cuenta es que no tuvimos ningún corte durante el trayecto.
¿Merece la pena?
Desde luego, además para las compañías aéreas se trata de un negocio redondo teniendo en cuenta que muchos pasajeros necesitan Internet y están dispuestos a pagar por un servicio que a día de hoy es esencial. La pregunta del millón es, ¿cuándo llegará a España?