La banda ancha universal prometida por el Gobierno se retrasa un año más

La banda ancha universal prometida por el Gobierno se retrasa un año más

Redacción

«Promesas que no valen nada, nada, nada», que dice la canción de Los Piratas. Pongámosle banda sonora al discurso del Gobierno para hacer más amena la confirmación de que la banda ancha de 1 mega como parte del servicio universal se verá retrasada un año más respecto al plan inicial fijado desde el Ministerio de Industria y que fechaba en el pasado 1 de enero su fecha de entrada en vigor.

Sólo faltaba el anuncio de forma oficial y ya lo tenemos. El Ministerio de Industria ha optado por prorrogar el plazo para que la banda ancha de al menos 1 Mbps se incluya dentro del servicio universal. Concretamente, se ha establecido un plazo máximo de un año (hasta el 31 de diciembre de 2011) para que éste sea una realidad en nuestro país.

Según el diario económico, el plan no tendría que apurar hasta esa fecha para llevarse a cabo ya que se trata de «un plazo máximo, establecido para tener margen y no volver a retrasarlo«, señalan fuentes cercanas a Industria. Uno de los motivos aducidos es que la banda ancha universal se encuentra supeditada a la Ley de Economía Sostenible así como a un reglamento de servicio universal donde se vea incluida. Una vez que salgan adelante estas regulaciones, el Ministerio habrá de preparar las licitaciones para sacar a concurso el servicio universal (plazo máximo de 3 meses), los operadores presentarse y finalizar el proceso. No parece, por tanto, que vaya a ser un tema resuelto en apenas un par de meses, por lo que las mejores previsiones de fechas no pueden sino antojarse pesimistas.

La decisión, aunque no deja de sentar como un jarro de agua fría a los usuarios que no tienen aún acceso a la banda ancha en sus poblaciones, era esperada dados los escasos avances que se habían producido en los últimos meses de 2010. Era a mediados del pasado año cuando el Gobierno anunciaba las condiciones de la banda ancha dentro del servicio universal: una velocidad de mínima de 1 Mbps / 256 Kbps cobertura del 99% en el territorio nacional y un coste máximo de 25 euros mensuales.

Los meses se sucedieron y apenas se produjeron noticias de la incorporación de la banda ancha al servicio universal, que permite que los ciudadanos tengan acceso a productos de telecomunicaciones a un precio y calidad razonables independientemente de su lugar de residencia. Incluso en el pasado mes de diciembre, el secretario de Estado de Telecomunicaciones, Bernardo Lorenzo, negó que se fuesen a retrasar estos planes.

De nuevo, las promesas y el compromiso del Gobierno con la banda ancha en nuestro país vuelven a quedar en agua de borrajas. «Se irán, se perderán», como versa la citada canción, mientras los diversos informes continúan situando a las conexiones españolas muy por encima de la media europea en precio y por debajo en velocidades. Cuando llegue la banda ancha universal de 1 Mbps a nuestro país sólo faltarán tres años para que, por ejemplo, Finlandia ponga en marcha su servicio equivalente, con la salvedad de que este país ofrecerá 100 megas como mínimo a sus ciudadanos.

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