La industria musical de Reino Unido ha anunciado sus cifras de ventas obtenidas a través de otros medios que no sean la venta directa y tradicional vía CD. Tal es el caso de los ingresos logrados por venta de música online, que por tercer año consecutivo han aumentado.
En cifras, las ganancias de la industria musical sólo en el país británico ascendieron a 193,5 millones de libras (más de 233 millones de euros) en 2009. Esto supone un crecimiento del 6,6% respecto al año anterior, según publica el periódico The Scotsman en su web.
Dichas cantidades provienen de la música distribuida por Internet, la emitida por emisoras de radio, televisión, pubs y discotecas, así como del merchandising y los ingresos generados para las compañías a través de conciertos y giras. Tal y como admite Geoff Taylor, de la asociación que reúne a la industria musical británica (BPI), el sector musical podría estar en plena transformación.
Evolución del modelo de negocio
Según Taylor, enfrentarse al «enorme reto de las descargas ilegales» estaría motivando este cambio en el modelo de negocio. «Las discográficas británicas han respondido en un mercado con condiciones muy difíciles gracias a la innovación y al desarrollo de nuevos sistemas como el streaming de música que va más allá de la venta tradicional de CD», aseguró.
Son las primeras declaraciones de una industria que no ha sabido ver los beneficios que proporciona el nuevo modelo de negocio. La propia BPI debería centrarse en estas innovaciones y abandonar otros caminos de criminalización hacia el usuario consumidor de música así como el cese de acciones que rozan con el ridículo como acusar a Google de «fomentar la piratería».
Estas cifras vuelven a demostrar la evolución en un modelo de negocio el musical que a pesar de los agoreros que creen se acabará por exterminar tan sólo ha entrado en un cambio al que le está costando demasiado adaptarse. El dedo acusador ha señalado a los usuarios de programas P2P como eMule o BitTorrent como responsables de las pérdidas en la venta directa de música. Sin embargo, a tenor del aumento global en los beneficios, se observa cómo estas pérdidas son reconducidas hacia la venta por otros medios como son los conciertos.