Microsoft adopta la burla de sus rivales como fórmula publicitaria. ¿Es efectiva?
Microsoft ha apostado con fuerza en el último año por reírse de sus rivales en el sector tecnológica como modo de hacer ver a los usuarios las bondades de su marca. El anuncio de la tableta Nokia Lumia 2520 en tono de mofa hacia el iPad es solo el último episodio de una larga lista en la que no solo es Apple su objetivo.
«¿Compré la tableta equivocada?«. Con esta pregunta finaliza el último anuncio de la nueva tableta (por ahora solo para el mercado estadounidense) de Nokia. La compañía adquirida hace unos meses por Microsoft vende las teóricas ventajas de la Lumia 2520 en este competido sector a base de criticar los supuestos defectos de sus rivales.
Sin hacer una mención literal, el anuncio va dirigido a Apple y su iPad. En el mismo se ve a un treintañero que se junta con sus amigos y les enseña su nueva tableta, más ligera y delgada, precisamente algunas de las características que más se destacaron desde Cupertino al hablar del iPad Air. De forma progresiva, el mismo usuario se va encontrando con una serie de problemas como la falta de teclado o la escasa duración de la batería, hasta que descubre la Lumia 2520 de una de su amigas y queda sorprendido por su calidad hasta el punto de preguntarse si se equivocó en la compra de su tablet.
El anuncio hay que entenderlo dentro del contexto publicitario en EEUU, donde es habitual ver piques entre grandes compañías para resaltar en sus spots las ventajas sobre sus rivales. Sin embargo, en el caso de Microsoft, la estrategia empieza a ser repetitiva.
Desde que entrase en el sector de las tabletas con Surface en 2012 ha puesto en su punto de mira a Apple y a su iPad para intentar ensuciar su imagen y convencer a los usuarios de las bondades de sus dispositivos. En primer lugar quiso desprestigiar al iPad Mini asegurando que se trataba de un «producto muy caro para tener únicamente usos recreativos». Meses más tarde, en otro spot titulado «Menos hablar, más hacer» centró sus críticas en Siri y sus supuestos fallos a la hora de responder o para ejecutar funciones multitarea.
Posteriormente, muy en la línea del último anuncio y sin que Surface despegase en ventas, ponía de relieve en otro anuncio la supuesta dificultad para acoplar un teclado físico a las tabletas de Apple así como la imposibilidad de ponerlo en una posición vertical. Además, cabe resaltar que la multinacional también impulsó una campaña en la que hacía importantes descuentos en su tableta a quienes entregasen su iPad. No obstante, el Tablet de Apple no ha sido el único producto blanco de sus burlas, puesto que recientemente también hubo mofas hacia los nuevos iPhone 5s y 5c lanzados por el gigante californiano, aunque acabó arrepintiéndose de esta campaña y retirando el anuncio.
Google, su otro gran enemigo
Además de Apple, la otra gran compañía a la que intenta desprestigiar en sus anuncios es Google. Desde el año pasado advierte a los usuarios del teórico negocio que hace el buscador con los datos de sus usuarios a través de servicios como Gmail o Chrome. Su campaña, bautizada como Scroogled, ha vivido un reciente episodio con el lanzamiento de productos de merchandising como tazas y camisetas en las que se critican los servicios de los de Mountain View, lo que le valió una sarcástica respuesta por parte de éstos. Igualmente, en los últimos años ha querido hacer leña de la supuesta falta de seguridad en Android, regalando terminales Windows Phone a quienes estuviesen afectados por el malware en la plataforma de Google.
En definitiva, una guerra abierta en la que no sabemos hasta qué punto Microsoft puede sentirse victorioso. Los anuncios pueden convencer a los usuarios más indecisos y con poco conocimiento de la tecnología, pero sobre todo buscan realzar la imagen de marca de una compañía cuyos últimos pasos en este sector no han sido precisamente acertados. ¿Creéis que resultan efectivas estas agresivas campañas de marketing? ¿Se pueden volver contra la propia compañía norteamericana?