Poco a poco seguimos conociendo los efectos que tuvo el cierre de Megaupload en enero de 2012. Según un nuevo estudio realizado en Europa, parte de la industria cinematográfica se vio perjudicada, concretamente la encargada de producir las películas más modestas en presupuesto.
Más de un año y medio después del cierre de Megaupload, continúa el debate sobre cómo influyó en determinadas industrias como la cinematográfica. No es un secreto que las grandes compañías de Hollywood apoyaron la intervención de las autoridades federales de EEUU contra el servicio de Kim Dotcom al asegurar que les provocaba pérdidas millonarias en recaudación en taquilla.
Sin embargo, un nuevo estudio confirma que este argumento es insostenible en parte. Investigadores de Munich y Copenhague han demostrado con datos que los efectos del cierre variaron significativamente en función del presupuesto de la película, algo que midieron en base al número de salas que las exhibían. Para su análisis tomaron una muestra de 10.272 películas mostradas en 50 países y concluyeron que las que más tiempo permanecieron en el cine (las grandes producciones) se beneficiaron del cierre del cyberlocker mientras los ingresos de las de menor entidad descendieron.
«Detectamos que los ingresos en taquilla de la mayoría de las películas no aumentaron. Mientras el efecto en algunas con mediano presupuesto fue negativo, solo los grandes estrenos se beneficiaron de la ausencia de Megaupload», afirma el estudio. Christian Peukert, coautor de la investigación, señaló que a diferencia de lo que sostienen las compañías de Hollywood «la recaudación en taquilla no creció a nivel general».
Se perdió el efecto boca a boca
Si tenemos en cuenta que las grandes producciones solo suponen un porcentaje mínimo de las películas que se realizan, se entiende cómo los ingresos a nivel global en el sector cayeron un 12%. Según los investigadores esto se pudo deber a que al desaparecer del cyberlocker la mayoría de las películas se perdió el efecto «boca a boca» entre los internautas que se ha demostrado como uno de los más potentes a la hora de incentivar el consumo de contenidos.
«Las películas con menor presupuesto tienen menores campañas de marketing y el boca a boca se convierte en su mejor promoción. Si aquellos que las promocionan de esta forma no las ven, tampoco las pueden recomendar y el éxito en taquilla de éstas se hace más complicado«, aseguran.