Microsoft no quiere quedar en desventaja en la recta inicial de ventas de las consolas de Next Gen. Para contrarrestar el posible efecto negativo que tiene su mayor precio si la comparamos con la consola de su rival, PlayStation 4, su Xbox One quiere presumir de contar con una mayor potencia a nivel técnico.
Durante el próximo otoño llegarán al mercado las nuevas apuestas de Sony y Microsoft que vendrán a suceder a las exitosas PS3 y Xbox 360. La batalla se presentará de lo más reñido, aunque los primeros sondeos apuntan a que la firma japonesa partiría con cierta ventaja sobre su rival en intención de compra por parte de los consumidores. El hecho de estar disponible por 100 dólares/euros menos en su estreno que Xbox One es visto por los expertos como un primer golpe en la particular pelea.
A pesar de ello, desde la firma estadounidense no solo son optimistas sino que creen en las mayores posibilidades de su nuevo hardware. En primer lugar destacan como gran añadido de su consola el hecho de contar con la nueva versión de Kinect. El sensor de movimientos y sonidos que acompañará a la consola doméstica ha sido mejorado para dotarlo de la máxima precisión y para ser el asistente ideal para los gamers. Esto encarecerá el producto final hasta situarlo en los 499 dólares/euros, pero desde el gigante de Redmond afirman que será un gran punto diferencial respecto a PS4.
Otro aspecto con el que pretenden inclinar la balanza es el de la potencia técnica. Como detallan nuestros compañeros de Gamerzona.com, Microsoft ha decidido aumentar la velocidad del reloj de su GPU, pasando de 800 MHz a 853 MHz. Se trata de una vieja aspiración de las compañías desarrolladoras, que solicitaban esta mejora para poder adaptar sus títulos al hardware y poder llevar sus mejores creaciones a la consola.
A esto hay que unirle que la consola se apoyará en la nube para mejorar el apartado técnico y su funcionamiento, lo que muestra la flexibilidad y eficiencia con la que la compañía quiere dotar a su próximo producto en el mercado. Gracias a estas posibilidades espera ganar la batalla en el segmento de los juegos exclusivos, un ámbito crucial para el enfrentamiento con PlayStation 4 puesto que la mayoría de los títulos coincidirán en prácticamente todos los aspectos como ha sucedido en la actual generación de consolas.
¿Conseguirá esta mejora provocar que los gamers se decanten por la nueva Xbox? Siendo realistas cuesta creer que sea lo suficientemente atractiva y no sabemos hasta qué punto mejorará la calidad de los juegos. No obstante, es de apreciar unos esfuerzos que no pueden sino acabar repercutiendo de forma positiva en la experiencia del usuario final.