Auna, el grupo de telecomunicaciones fijas y móviles, va a redoblar su apuesta por comercializar accesos de banda ancha utilizando el alquiler de líneas a Telefónica –lo que se conoce como alquiler de bucle– como mecanismo complementario al despliegue de su red de cable. La estrategia de Auna Telecomunicaciones (Auna TLC), filial de servicio fijo del holding, es acudir con esa oferta, basada en tecnología ADSL y llamadas gratuitas de voz, a aquellas zonas donde no está presente directamente con su red de fibra óptica y cable coaxial.
La ventaja de alquilar líneas a Telefónica radica en que el despliegue de la red ya está hecho, de forma que sólo es necesario interconectarse a la central telefónica local del ex monopolio. Además, no hay que volver a abrir zanjas para las canalizaciones, como ocurre con el cable. De esa forma la captación comercial es mucho más sencilla.
Auna, cuyo consejero delegado es Joan David Grimá, mantiene desde hace tiempo ese tipo de interconexiones en centrales de Telefónica de España –lo que se denomina coubicación–, pero ahora quiere aumentar su presencia. Hasta el momento, Auna TLC había abierto, es decir se había interconectado, en ochenta centrales del operador dominante, pero ahora ha comunicado a Telefónica su intención de coubicarse en otras 53 centrales, que representa un 66% más. Así llegará a 133 centrales, una cifra similar a la que mantiene actualmente Wanadoo, la filial de France Telecom, aunque este grupo quiere alcanzar las 200 centrales.
El alquiler de líneas para montar sobre ellas accesos de alta velocidad requiere una mayor inversión inicial que la que exige la reventa del servicio mayorista de Telefónica, pero a cambio tiene otras ventajas. La primera es que la estrategia de alquiler de bucle es mucho más rentable desde el punto de vista del margen que la de comercializar el servicio mayorista de Telefónica. Por cada cliente que un operador obtiene en la modalidad mayorista, denominada GigaADSL –que proporciona el servicio completo extremo a extremo– debe pagar a Telefónica unos 26 euros al mes en la oferta básica, la de 512 Kbits por segundo.
Sin embargo, por alquilar la línea completa a Telefónica desde la central sólo debe pagar 11 euros y esa cifra se reduce a 3 euros mensuales si se alquila compartida, dejando a Telefónica que siga dando el servicio de voz. Auna Telecomunicaciones mantiene, en cualquier caso, su estrategia de reforzarse en el mercado del cable, principalmente en Madrid y Cataluña. El grupo ha invertido 4.000 millones de euros en redes fijas desde su creación y este año prevé destinar otros 500 millones de euros a este cometido.
El alquiler de bucle se dispara en España
El mercado de alquiler de bucle ha sufrido una explosión de la demanda en los últimos meses, a pesar de que es una posibilidad legal desde el año 2001. Según la CMT, a principios de 2004 había unos 21.000 bucles alquilados, pero se ha finalizado el ejercicio con cerca de 114.000 , de los que 77.418 eran líneas totalmente desagregadas –las que utiliza preferentemente Auna– y 36.536 eran compartidas, el modelo que está popularizando principalmente la francesa Wanadoo.
Según fuentes de Auna, su oferta de ADSL de 512 Kbits –que incluye llamadas de voz gratuitas (locales, provinciales y nacionales) por 36 euros al mes o sólo llamadas locales por 30 euros mensuales– está logrando un gran éxito comercial, de forma que se atribuye alrededor del 80% de las nuevas altas logradas en bucles totalmente desagregados.
De todas formas, su apuesta por el cable empieza a dar sus frutos. Según puso de manifiesto recientemente el director general de Auna Telecomunicaciones, Antonio Hernández, la operadora fija dispone ya de 2,6 millones de hogares comercializables, es decir domicilios o locales donde se puede disponer de acceso a cable. Auna tiene 1,6 millones de clientes fijos de los que 880.000 clientes de acceso directo. Y de esa cifra 395.000 disponen de conexión de banda ancha, lo que supone un 45% sobre el total.