Un día más, un bug más en Windows 10. Al menos en este caso ha sido Microsoft quien ha empezado a alertar de este fallo en lugar de ser los propios usuarios los que lo sufran durante un tiempo hasta que sea la compañía la que se dé cuenta luego e intente solucionarlo de manera apresurada. En este caso, los usuarios están viendo cómo el sistema operativo arranca lento.
Si tu ordenador usa memorias persistente Intel Optane, el PC arrancará lento
La compañía ha actualizado un documento de ayuda para Windows 10 Pro para estaciones de trabajo en el que los dispositivos que estén configurados para usar memoria persistente experimentarán un «arranque lento» y «un aumento en el uso de CPU durante el proceso de arranque del sistema».
Microsoft ha afirmado que el fallo se arreglará en futuros lanzamientos de Windows que optimizarán el proceso de arranque a la hora de iniciar el sistema operativo. El fallo no sólo está afectando a esta versión del sistema operativo, sino que también hay otras seis afectadas. El total de versiones es el siguiente:
- Windows Server IoT 2019 Standard
- Windows Server IoT 2019 Datacenter
- Windows Server 2019 Standard
- Windows Server 2019 Datacenter
- Windows Server 2016 Standard
- Windows Server 2016 Datacenter
- Windows 10 Pro for Workstations
La memoria persistente se utiliza con unidades Intel Optane en ordenadores y servidores, y tiene como objetivo que todo lo que estuviera abierto antes de apagar el ordenador se mantenga tal cual incluso si apagamos el ordenador. Es, básicamente, como una especie de memoria RAM no volátil, que aunque debería acelerar el proceso de arranque, por culpa del fallo de Microsoft lo que hace es reducirla.
Microsoft no ha especificado cuándo arreglará el fallo
De momento no hay ninguna información sobre cuándo Microsoft va a lanzar la actualización que solucione este fallo. Por suerte, el número de dispositivos afectados no es muy grande, pero obliga a quienes quieran un arranque rápido a no utilizar la opción de memoria persistente en sus ordenadores y servidores, ni realizar otro tipo de personalizaciones como añadir un mensaje en el arranque de Windows 10, ya que puede ralentizar el proceso. Otra opción que recomienda Microsoft es utilizar la memoria persistente en modo almacenamiento en lugar de en modo memoria. Así, el tiempo de arranque no se ve afectado, y puede ser una solución temporal hasta que lo arreglen.
Este mes de octubre, el parche KB4524147 también provocó muchos problemas a algunos usuarios, los cuales no podían arrancar el ordenador, mientras otros directamente estaban sufriendo pantallazos azules al arrancar. La única opción era entrar en modo de recuperación y volver a un punto de restauración anterior en el que no estuviera instalada esa actualización. Uno de los múltiples casos que desgraciadamente todavía siguen dándose en Windows 10.
Por lo tanto, solo queda esperar, aunque aquí puedes ver algunas recomendaciones de ajustes del sistema y herramientas que nos pueden ayudar a que el inicio y apagado de Windows 10 sea más rápido.