Aunque son varios los factores que influyen en el rendimiento de un equipo, sin duda el disco duro o unidad de almacenamiento tiene gran importancia en este sentido. De ahí que cada vez más usuarios opten por cambiar su HDD por un SSD con el objetivo de mejorar el rendimiento de su PC. Sin embargo, a la hora de comprar un SSD es importante que busquemos un equilibrio entre el tamaño del SSD y el precio.
Entre las principales ventajas de usar un SSD frente a un HDD, cabe destacar que las unidades de estado sólido ofrecen velocidades de transferencia mucho mayores, un menor consumo, además de ser más fiables, por lo que la vida útil del SSD debería ser mayor. Eso sí, pueden sufrir peores consecuencias que los HDD cuando se producen fallos de alimentación.
De cualquier forma, ya sea porque estemos pensando en sustituir el viejo HDD de nuestro PC o porque estemos configurando las características de nuestro nuevo ordenador, una de las principales dudas a la hora de elegir SSD es el tamaño o su capacidad, ya que esto puede que modifique mucho nuestro presupuesto.
Por lo tanto, debemos buscar el mayor equilibrio posible entre el tamaño del SSD y el precio del GB para saber si necesitamos hacer una mayor inversión o si por el contrario podemos ahorrarnos un dinero importante.
Elige el tamaño del SSD en función del uso que le vayas a dar
En este sentido, lo que nos va a determinar el tamaño del SSD es el uso que le vayamos a dar, es decir, para qué usamos ese espacio de almacenamiento y las prestaciones que necesitamos. Por lo tanto, debemos tener claro el uso concreto que lo vayamos a dar.
Si lo que buscamos es una mayor velocidad en el arranque del sistema, acelerar la carga de aplicaciones y una mayor fluidez en el uso general del equipo, entonces no debemos volvernos locos con SSD de grandes capacidades, ya que una unidad de 250 GB será en la mayoría de ocasiones más que suficiente. Ahora bien, seguro que muchos están pensando en la gran cantidad de fotos y vídeos que tienen guardado en el disco duro de su ordenador.
En este caso, si lo que buscamos es una unidad de almacenamiento para guardar la gran cantidad de fotos, vídeos, documento o aplicaciones, entonces no tiene mucho sentido pensar en un SSD, ya que son archivos que almacenamos y que únicamente vamos a abrir de forma esporádica. En este caso, lo ideal sería usar un HDD para guardar todos ellos y ahorrarnos dinero.
Ahora bien, si lo que queremos es mejorar el rendimiento del equipo sin necesidad de perder todos esos archivos o recuerdos que guardamos en el disco duro actual, una gran solución es combinar un SSD con un HDD externo. Es decir, utilizaríamos un SSD interno donde tendríamos instalado el sistema operativo y las aplicaciones que usamos a diario, mientras que para todo aquello que simplemente abrimos de vez en cuando como fotos o vídeos con recuerdos, lo mejor sería tenerlo en un HDD externo, ya que el GB es mucho más barato y necesitamos que nos aporte esas prestaciones propias de los SSD.
La cosa cambia si somos de los que necesitamos mover gran cantidad de datos a diario, es decir, si usamos aplicaciones que mueven gran cantidad de información a la vez. En este caso, entonces lo recomendable es que el tamaño del SSD sea mayor para garantizarnos que tenemos capacidad suficiente para mover todos estos datos a gran velocidad y no sentir que cada vez que realizamos algo en el equipo, nos toca esperar hasta que es capaz de procesarlo. Algo que sin duda empeora, y mucho, la experiencia de uso de nuestro ordenador.
Además de la capacidad, las velocidades que ofrece un SSD también influyen en el precio del mismo, por lo tanto, debemos valorar en este caso la capacidad y velocidad con la que podríamos trabajar de forma fluida para determinar el tipo de SSD que tenemos que comprar sin que se nos dispare de precio.
Encontramos varios tipos de SSD según la tecnología de memoria, lo cual influye en su precio también, por lo tanto, antes de comprar un SSD para nuestro PC, además de analizar el tamaño que necesitamos, debemos cerciorarnos que es compatible con nuestro equipo. Para ello, podemos echar mano de la herramienta que el fabricante de memoria RAM y SSD, Crucial, nos ofrece desde su página web.
Ahí podremos indicar la placa base con la que cuenta nuestro equipo y automáticamente nos ofrecerá un listado de SSD de diferentes tamaños y tipos que son compatibles con nuestro PC. De esta manera no tendremos ningún problema a la hora de instalarlo. Además, desde la propia página de Crucial podemos acceder a un completo tutorial de cómo instalar un SSD que seguro nos servirá de gran ayuda.
Desde el listado de SSD compatibles con nuestro equipo, podremos acceder a las características de cada uno, ver su precio e incluso comprarlo en un par de clics. El famoso fabricante Crucial tiene un amplio catálogo de SSD entre los que seguro encontrarás el que se adapta a tus necesidades y usos. Además, permite filtrar por capacidad, rango de espacio de almacenamiento, factor de forma o serie.