La ‘obsesión’ por el formato todo pantalla lleva ya algún tiempo en el sector de la telefonía inteligente. Los ‘notch’, las perforaciones, las cámaras retráctiles… los fabricantes de dispositivos móviles siguen tratando de aprovechar el máximo posible de la superficie frontal. Y Xiaomi, en esta intención, ha presentado una nueva patente de un dispositivo con pantalla de ‘cuatro lados’. Es decir, toda la superficie delantera convertida en pantalla, e incluso los ‘bordes’ laterales, superior e inferior.
La marca china está a punto de presentar su primer teléfono inteligente plegable. Ya tienen preparado un prototipo sobre el que están trabajando, igual que Samsung o Huawei, entre algunas otras. Y aunque los teléfonos inteligentes plegables parecen el futuro, mientras tanto hay que seguir exprimiendo el formato actual. Apple apuesta por el ‘notch’, Samsung se inclina hacia las perforaciones frontales para las cámaras y Xiaomi quiere pantallas de cuatro lados, para lo cual ha presentado esta patente que, a estas alturas, desconocemos si se materializará o es tan solo un proyecto más de la compañía.
Todos los bordes convertidos en pantalla, así es la patente que ha registrado Xiaomi
Samsung lleva ya mucho tiempo haciendo pantallas curvas en sus teléfonos inteligentes de gama alta. Con esto consiguen que los bordes laterales se reduzcan a la mitad. Así, ya hemos estado disfrutando desde tiempo atrás de las pantallas de ‘cuatro caras’; pero Xiaomi quiere ir un paso más allá y convertir también la superficie superior en pantalla, de tal modo que se puedan mostrar notificaciones –por ejemplo- incluso cuando el dispositivo está dado la vuelta, reposando sobre el propio panel delantero.
Y esta patente nos enseña algo más, y también interesante: el conector USB Tipo C se mantendría en la parte inferior, pero ¿y la cámara delantera? La intención de Xiaomi, como vemos en esta patente, es que la cámara quede escondida por completo debajo de la pantalla. De este modo, efectivamente, se podría aprovechar el 100% de la superficie delantera del teléfono inteligente. Solo habría que reubicar, por ejemplo, el sensor de proximidad y el de iluminación.