Samsung Galaxy S10: lector de huellas en la pantalla con sensor de frecuencia cardíaca
Mientras Vivo y Xiaomi han apostado ya por el sensor de huellas dactilares integrado bajo la pantalla, haciendo uso de la tecnología de ultrasonidos, Samsung –y otros fabricantes- siguen manteniendo el lector de huellas como un botón específico para ello, y ubicado en la parte trasera de su smartphone. Es algo que, a priori, se mantendrá en el Samsung Galaxy Note 9. Y que, sin embargo, cambiará en el Samsung Galaxy S10 según apuntan todas las filtraciones. Además, hay nuevos detalles: podría contar con el sensor de ritmo cardíaco integrado también en la propia pantalla.
La firma surcoreana dará el salto en 2019, si los rumores y las filtraciones más recientes no se equivocan. La información que tenemos hasta la fecha apuesta por una pantalla Infinity Display, como desde el Galaxy S8, pero con el sensor de huellas dactilares integrado bajo este panel Super AMOLED. Es decir, que la firma aprovecharía los ultrasonidos para que el escáner de huellas dactilares pueda prescindir de un botón dedicado y se integre bajo el panel en el Samsung Galaxy S10. Pero esto es algo que ya han hecho Vivo o Xiaomi, por ejemplo, luego no respondería a la innovación habitual de Samsung. Así que parece que irán más allá integrando aquí también el sensor de ritmo cardíaco.
Adiós al botón específico para el sensor de huellas dactilares en el Samsung Galaxy S10: al fin bajo la pantalla, con ultrasonidos
El Samsung Galaxy S10 se espera que sea el primer teléfono inteligente con chipset de 7 nanómetros. Este es uno de los importantes pasos que dará el terminal, con el chipset Exynos propio de la marca. Pero ciñéndonos a lo relativo al sensor de huellas dactilares, la principal diferencia en el Galaxy S10 está en que no apostarán por la misma tecnología de Vivo o Xiaomi. En su lugar, parece que optarán por lo último de Qualcomm, que funciona en paneles OLED de hasta 1,2 mm de grosor y que reconoce gestos y permite el desbloqueo bajo el agua, por ejemplo.
Pero es que además de todo esto es capaz de analizar el ritmo cardíaco. Es decir, que permitirá a la firma surcoreana reducir su hardware y reubicarlo, desde la parte posterior a la delantera, de manera que también se pueda alterar el diseño del terminal con respecto a la generación aún vigente. Si todo esto se cumple, en el Galaxy S10 deberíamos ver un mayor cambio.