Ya disponibles en el mercado los nuevos iPhone 8 y iPhone 8 Plus, con la promesa de que su cristal es más resistente y que la certificación IP67 puede aguantar un metro y media hora de inmersión en agua, ambos han sido puestos a prueba. Hay una serie de pruebas de resistencia, tanto al agua como a los impactos de caídas que nos pueden dar idea de cuánto soportan estos nuevos teléfonos inteligentes. Y por supuesto, en comparación con los Samsung Galaxy S8 y Samsung Galaxy Note 8.
Resistencia a caídas
En esta prueba se somete al iPhone 8 Plus de Apple y al Samsung Galaxy Note 8 a una serie de caídas desde diferentes alturas, y desde diferentes ángulos. El Samsung Galaxy Note 8 aguanta de mejor forma las caídas, aunque pronto acaba con el cristal de la parte posterior roto por diferentes zonas, y con la parte frontal sufriendo similares daños. El teléfono termina la prueba funcionando perfectamente a excepción de la cámara principal. El iPhone 8 Plus, sin embargo, acaba con agujeros en su parte delantera y posterior –por el cristal desprendido-, y con severos problemas en su funcionamiento.
Una hora sumergidos en el agua
Esta vez son el Samsung Galaxy S8 y el nuevo iPhone 8 los que se someten a una prueba de resistencia. Ambos en una fuente durante una hora. El Galaxy S8 cuenta con certificación IP68 –un metro y medio durante media hora- mientras que el iPhone 8 ofrece la IP67 –un metro y media hora-. Es decir, que ninguno de los dos terminales debería aguantar más de media hora de inmersión en el agua, a priori. Pero en esta prueba podemos ver que tras una hora sumergidos en el agua, funcionan perfectamente tanto el Galaxy S8 como el iPhone 8. Sin ningún tipo de problema o desperfecto.
¿Y en agua salada?
De nuevo en esta prueba son el Samsung Galaxy S8 y el iPhone 8 los protagonistas. Son sumergidos ambos en un vaso lleno de agua con sal. Es de sobra sabido que la resistencia de los terminales es puesta a prueba y certificada en agua dulce, pero que la salinidad es notablemente más ‘agresiva’ con sus sistemas de estanqueidad. Sin embargo, el diseño de ambos terminales permite que resistan sin problema alguno a esta prueba. En cualquier caso, la sal puede deteriorar de forma más rápida las juntas de goma que sella el cuerpo en uno y otro dispositivo.