El proyecto de los globos de Google para llevar Internet a todo el planeta sigue activo, aunque las noticias lleguen muchas veces con cuentagotas. Este ambicioso plan que lanza globos a la estratosfera para ayudar a conectar zonas aisladas o de difícil acceso para los despliegues actuales, ha quemado una nueva fase. Este verano ha permanecido casi 100 días en el aire y para ello ha tenido la ayuda de un nuevo piloto muy especial: la inteligencia artificial.
Google lleva mucho tiempo lanzando globos a la estratosfera, pero el que ha estado 98 días sobre Perú este verano, ha supuesto un punto de inflexión importante. Como sabemos, Project Loon es uno de los proyectos estrella de Google X lab, la rama de Google que ahora es una empresa independiente llamada X y que está situada debajo del paraguas de Alphabet.
Con este lanzamiento, la compañía ha conseguido solucionar el mayor problema de estos globos. Y es que, como cualquier globo, tienden salir volando y se desplazan según las corrientes de aire. Por ello, resulta realmente complicado que hayan hecho permanecer durante 100 días un globo en el espacio aéreo peruano sin que haya salido “volando” a otra zona cercana.
La inteligencia artificial es el nuevo piloto Project Loon
Los globos de Project Loon tienen un sistema de navegación que sólo permite su desplazamiento en vertical, es decir, arriba y abajo. No es posible desplazarlos de forma horizontal a la derecha o la izquierda. Son globos aerostáticos que aprovechan las corrientes de aire o las evitan para conseguir el desplazamiento.
Por ello, el equipo de Loon ha decidido apostar por la inteligencia artificial para encargarle la tarea de “pilotar” los globos. En un primer momento, los responsables del proyecto lo fiaban todo a los algoritmos que respondían a una serie de variables como la altitud, la localización, la velocidad del viento o la hora del día. Sin embargo, los nuevos algoritmos van un paso más allá y se aprovechan del conocido machine learning.
Analizando una gran cantidad de datos, estos nuevos algoritmos “aprenden” con el paso del tiempo y son más eficientes que una persona humana. El resultado después de mucho tiempo pasa por poder ofrecer Internet en tierra con muchos menos globos de lo que se esperaba al principio del proyecto.
Uno de los responsables del proyecto nos aclara que todo esto es posible al tener acceso a los centros de datos de Google donde procesar la ingente cantidad de información de forma rápida y eficiente. Por ahora, el sistema no es perfecto pero está camino de serlo con el paso del tiempo.