Los chips implantados en el cuerpo ya son una realidad. Pero, ¿son una buena idea?
Son cada vez más los avances tecnológicos que nos facilitan la vida en nuestro día a día. El teléfono móvil incluye cada vez más funciones con el fin de aunarlas todas en un mismo dispositivo, siendo la última adición las tarjetas de créditos o métodos de pago online, gracias al NFC. Ahora, están empezando a proliferar chips implantados en el cuerpo utilizando esta tecnología . Pero, ¿es buena idea implantarse uno de estos dispositivos en el cuerpo?
Casi todo ventajas
Implantarse este tipo de chips en el cuerpo presenta una gran serie de ventajas. Gracias a un chip RFID en bajo nuestra piel, podemos llevar información sobre nuestra identidad, llaves electrónicas para abrir puertas, tarjetas de identificación para negocios, o incluso las propias tarjetas de crédito para poder pagar simplemente haciendo un gesto con la mano o pasando el brazo por el lector.
También se puede utilizar para entrar a un parking, o incluso como sistema para almacenar información sobre nuestro vuelo en el aeropuerto. Con sólo para la mano por el lector, pueden conocer nuestra identidad y nuestro vuelo al instante. Incluso puede tener aplicaciones médicas, en las que el usuario lleve información sobre alguna dolencia o enfermedad crónica, así como teléfonos de contacto en caso de emergencia, indicando la localización del ‘tag’ mediante un tatuaje.
Este tipo de sistemas utilizan tecnología de radio frecuencia conocida como RFID, entre las que se encuentra el famoso NFC. Este sistema permite que el chip sea alimentado mediante otro dispositivo cuando es leído, como puede ser un móvil. De esta manera, debajo de la piel no hay que incluir ninguna batería, y se puede programar y modificar la información cuando queramos. La ventaja de que los chips utilicen este sistema es que este sistema de identificación ya está muy extendido.
Posibles desventajas
La inyección de estos chips en el cuerpo es realmente sencilla. Se hace a través de una incisión, en la que se introduce un minúsculo tuvo con el ‘tag’ del tamaño de un grano de arroz. Con el tiempo, se puede mover un poco de sitio hasta que se asiente correctamente en el cuerpo. Por ello, no supone ningún problema de salud siempre que se haga bajo las condiciones sanitarias adecuadas.
En cuanto a la tecnología de cifrado, este puede ser uno de los problemas de cara al futuro, ya que cada vez los ordenadores son más potentes, y los algoritmos de cifrado necesarios cada vez más complejos, pudiendo dejar obsoleta la seguridad de estos chips en un lustro. Además, cualquiera puede acercar un lector a nuestro cuerpo aprovechando tumultos de gente, y obtener la información que llevamos almacenada.
En la actualidad hay entre 30.000 y 50.000 personas en el mundo con este tipo de chips en sus cuerpos, y se espera que en los próximos años aumente exponencialmente el número de usuarios que lo utilizan.
Y vosotros, ¿os implantaríais un chip en el cuerpo?