La Unión Europea ha publicado un informe en el que se ha analizado la calidad de la gozan las conexiones a Internet de los ciudadanos del Viejo Continente. Los resultados obtenidos en este estudio son llamativos ya que los usuarios solo recibirían el 75% de la velocidad promocionada en la publicidad de la oferta de telecomunicaciones que tienen contratada. Las operadoras siempre avisan en las condiciones del servicio, que factores externos pueden provocar una pérdida de velocidad, pero este hecho se ha generalizado peligrosamente.
Europa ha vuelto a poner el foco en la polémica sobre si recibimos toda la velocidad de acceso a Internet que deberíamos. Y es que según este estudios que recoge datos analizados hasta el mes de octubre del pasado año esta calidad en la velocidad de no ha mejorado mucho con respecto a los datos del año anterior.
Comparando velocidades pico, si hablamos de las tecnologías de acceso a la red, el cobre es el que se lleva la peor parte. Las conexiones DSL tienen de media en Europa una velocidad real que supone apenas un 63% de la que supuestamente se ha contratado. En cuanto a las tecnologías de fibra óptica, los datos mejoran sustancialmente y se recoge un 83% de la velocidad real contratada. Por último tenemos el cable que es el que presenta una menor fuga de velocidad en la conexión, con un 86,5% de la ofertada.
¿Pagamos un precio excesivo por velocidad que no nos llega?
Sin embargo año tras año la inversión en infraestructuras de banda ancha provoca que la velocidad media de acceso a Internet siga subiendo y en 2014 esta se sitúa en 38 Mbps, frente a los 30 Mbps del año anterior. El despliegue de redes de fibra óptica en países como España está ayudando a que poco a poco contemos con conexiones de mejor calidad pero muchos se preguntan si los precios que pagamos en nuestro país son acordes a la calidad de nuestras conexiones.
La Unión Europea decidirá la próxima semana la aprobación de un nuevo marco normativo en el sector de las telecomunicaciones. Queda por ver si en el futuro seremos testigos de la puesta en práctica de estas nuevas políticas regulatorias mediante las que se quieren sentar unas bases firmes para evitar situaciones abusivas para los usuarios en las que los megas se pagan a precio de oro. Precisamente con el nuevo mercado único digital se persigue que los operadores sean más transparentes
¿Sufrís el problema de contar con una velocidad real bastante inferior a la contratada?