Difamar en Twitter no sale gratis. Así es como la Audiencia Provincial de Sevilla ha condenado a Luis Pineda por «expresiones y comentarios vejatorios e insultantes» contra otro usuario de la red social, y por lo que tendrá que tuitear la sentencia durante todo un mes. Según la sentencia, del Juzgado de Primera Instancia número 22 de Sevilla y ratificada por la Audiencia Provincial, se ha «lesionado el honor» de Rubén Sánchez.
Se trata de la primera sentencia en España que obliga a publicar durante un mes una sentencia en Twitter.Serán treinta días durante los que Luis Pineda tendrá la obligación de hacer pública la sentencia por lesionar el honor de Rubén Sánchez de forma reiterada. Con mayor detalle, en la sentencia se explica que es «una muestra clara de intención de atentar contra el honor ajeno», motivo por el cual se contempla esta obligación sobre la cuenta @LuisPineda_ en la sentencia. El plazo determinado en el fallo del juzgado es proporcional a la reiteración.
Se solicitó de esta forma en la demanda contra Luis Pineda, y con la intención de publicar el fallo al completo, «se utilizará una herramienta al efecto para aumentar el número de caracteres máximos permitidos». Además, con la intención de dar la misma visibilidad que a los daños provocados contra Rubén Sánchez, el juzgado ha sentenciado que «se publicará en horario de mañana (de 9 a 14 horas) o de tarde (de 17 a 22 horas)». Y por otra parte, Luis Pineda tendrá que desembolsar 4.00 euros como indemnización, además de borrar 57 publicaciones de su cuenta de Twitter. Hablamos de publicaciones como «por cobrar fondos ilegales…», «…facturas fraudulentas…» e insultos como «golfo», «corrupto» entre otros.
Con esta sentencia, que como adelantábamos es la primera en nuestro país, una vez más queda patente que las redes sociales no son lugar para atentar contra el honor de otros usuarios o empresas. Aunque han sido aproximadamente dos años el tiempo que ha pasado desde la demanda interpuesta originalmente, finalmente el caso se cierra con una sentencia en la que la misma vía para atentar se utiliza para «restaurar» el honor de Rubén Sánchez.