Un estudio realizado en Italia sobre 50.000 participantes ha revelado que los efectos de las redes sociales sobre los usuarios son significativamente negativos. En el estudio, detallan incluso el por qué de esta conclusión contra redes como Facebook, Twitter o Instagram.
La utilización de las redes sociales nos permite establecer contacto con cualquier persona en cualquier parte del mundo, siempre que cumplamos con los requisitos de acceso a Internet, claro. Sin embargo, cuando hacemos un mal uso de las redes sociales y, sobre todo, cuando permitimos una utilización «libre» a los más jóvenes, podemos estar dando lugar a trastornos y ciertos problemas para la relación «real» con otras personas. Según determina el estudio, en base a la satisfacción de los usuarios con su propia vida, la frecuencia con que se reúnen con amigos, la confianza que depositan en la gente y sus formas de uso de Internet, las personas tienden a sentirse más satisfechas con su vida cuanto más se relacionan con otras personas.
La relación «virtual» en redes sociales es incompleta
Del conocimiento de nadie escapa que el ser humano es social por naturaleza. Nuestra forma de vida, nuestro desarrollo como personas, se apoya principalmente en la relación con otras personas. Si bien es cierto que las redes sociales tratan de suplir la «no relación» -en el sentido físico- con otras personas, precisamente uno de los aspectos fundamentales de una relación es, según determina este estudio, la presencia física de la otra persona. De una forma simplificada podemos comprender que una «relación virtual» se basa en compartir tiempo, como marco de «acción», mientras que la relación física cumple con compartir espacio y tiempo, además de muchos otros componentes fundamentales de una relación, como es obvio.
Fabio Sabatini y Francesco Sarracino, quienes han llevado a cabo el estudio, añaden como conclusión que el exceso de relación en redes sociales provoca cierto recelo hacia otras personas en la relación «real». Además, por otra parte, han aclarado que el «anonimato» de las redes sociales permite la discriminación de una forma excesivamente fácil. Esto último, por otra parte, también da lugar a la desconfianza cuando nos relacionamos «de tú a tú». En cualquier caso, es un estudio, probablemente, llevado «algo» al extremo.