La red social de Google, un intento de homólogo de Facebook, continúa siendo objeto de prácticas por parte de la compañía de Mountain View con la clara intención de reflotar lo que, después de cuatro años de vida, no ha llegado a «flotar» nunca. En esta ocasión, Google+ cede terreno y ya permite utilizar «nombres falsos» a sus usuarios.
Nunca se ha permitido en ninguna de las redes sociales similares a Facebook -Tuenti, Google+ y demás…- pero los usuarios siempre se han buscado todo tipo de «artimañas» para conseguir personalizar, hasta cierto punto, su nombre de usuario en este tipo de redes en las cuales, según sus desarrolladores, la identidad manifestada debe siempre corresponderse con la identidad real del individuo tras una cuenta. Ya no se trata de las páginas de empresas o los usuarios de YouTube, que desde tiempo atrás han podido utilizar pseudónimos, sino que ahora es todo el conjunto de usuarios, al completo, el que puede valerse de un pseudónimo para registrarse en la red social de Google, conocida como Google+.
Google+ busca el interés de los más jóvenes
A menudo, los pseudónimos son utilizados por los usuarios más jóvenes para proteger su identidad, «esconderse» tras el «anonimato parcial» o, simplemente, para dar un estilo diferente a su «perfil» de una red social. Con esta modificación que Google ha llevado a cabo con su red social, se demuestra un claro intento por parte de la compañía de Mountain View por actuar en base a las recientes palabras de Larry Page, quien tras la salida del jefe de Google+ Vic Gundotra en abril quiso dejar claro que «seguirán trabajando duro». Ahora bien, después de tres meses, ¿es esto a lo que Google se refiere con «trabajar duro para construir grandes experiencias nuevas»?
La red social hace aguas, la presión sobre editores no es suficiente
El posicionamiento web es uno de los factores determinantes para el éxito o fracaso de los editores que fundamentan su negocio en Internet. Y es que, teniendo en cuenta que Google tiene un enorme poder sobre las búsquedas, ¿qué mejor que condicionar la utilización de Google+ sobre el posicionamiento web de sus usuarios y, por lo tanto, de los sitios web de los que forman parte? De una forma simplificada, tremendamente simplificada, podemos entenderlo del siguiente modo…
Google+ es un obvio fracaso para la compañía de Mountain View, pero los editores online necesitan del posicionamiento web que Google puede facilitar con sus algoritmos de búsqueda y, por lo tanto, Google tiene poder sobre estos anteriores. De tal forma que, si Google condiciona a los editores y les empuja a utilizar Google+, ¿qué opción queda para los editores? Es evidente, hacer uso de la red social.
Sin embargo, ni siquiera con este tipo de movimientos agresivos los de Mountain View han conseguido hacer despegar su mal hilada red social, principalmente porque -pregúntenle a Mark Zuckerberg-, el motor de las redes sociales es la población más joven. Y precisamente por esto, Facebook también teme por su tendencia hacia el envejecimiento de la «cartera de usuarios» de su red social.
Ni siquiera Android puede salvar a Google+
La compañía de Mountain View, con respecto a los fabricantes de teléfonos inteligentes y tabletas, impone una fuerte presión para la inclusión de su suite de aplicaciones en los terminales -teléfonos y tabletas- con Android. Además, no sólo «fuerza» a estas compañías a incluir sus servicios y aplicaciones, sino que también impone condiciones que se basan, sobre todo, en la visibilidad de las mismas, motivo por el cual cuando compramos un smartphone o tablet y lo encendemos, es todo el «material de Google» lo que encontramos en un primer vistazo.
Además, en los equipos con Android los de Mountain View han incluido, entre otras, una aplicación para edición fotográfica que se combina también con Drive, su servicio de almacenamiento en la nube. Al utilizar las «copias de seguridad gratuitas», o bien las de pago, voilà, todas nuestras fotografías están disponibles en Google+. De forma privada por defecto, sí, pero en la red social. Otro claro ejemplo de que Google está tratando, por cualquier medio, salvar su red social que los usuarios, en realidad, no tienen intención alguna en utilizar -la mayoría, claro, algunos otros sí-.
La mala fama de Google, la cruz de Google+
Aunque en los últimos años Google se ha popularizado como una «excelente compañía» por el desarrollo de un exitoso sistema operativo móvil que, en realidad, no comenzaron ellos sino que lo compraron «ya hecho» como YouTube, los del buscador cuentan con una mala fama que les persigue y que, en cuanto a su red social, es un lastre importante que impide un crecimiento positivo. Y es que, sí, estamos ante uno de los gigantes de la industria tecnológica que, sin duda, trabaja para desarrollar todo tipo de soluciones que facilitan la vida de los usuarios y que, sin duda, nos llevan a un progreso necesario y conveniente. Pero, ¿qué hay de Google cuando hablamos de privacidad y términos tan comprometidos como este?
En líneas muy generales, la idea más extendida en relación con la compañía pasa por una desconfianza generalizada en cuanto al «cuidado de la privacidad» se refiere. Y no es que sea muy diferente con Facebook, que también ha protagonizado todo tipo de escándalos, pero la de Zuckerberg llegó justo a tiempo, y sus escándalos han tenido lugar cuando ya había sido colocada la red social en lo más alto.
Los desarrolladores han dado la espalda a Google+
Por último, otro de los puntos que pesan a Google+ en su camino hacia el éxito es, sin duda, el nulo apoyo que durante años ha recibido por parte de los desarrolladores. Tanto en aplicaciones móviles, como en aplicaciones web y otro tipo de «formularios» del estilo, Facebook siempre ha formado parte como forma de inicio de sesión directo, mientras que Google+ ha comenzado a incluirse de forma genérica desde hace escasos meses. Y es que, si podemos tener una cuenta de Facebook para iniciar sesión en una gran parte de los sitios web que requieren de una «cuenta de usuario» y ahorrar gran cantidad de tiempo en rellenar estos formularios, ¿qué ocurre? Que, queramos tener Facebook, o no, lo más fácil es que acabemos abriendo una cuenta con ellos.